Mis dos encuentros con la gran Cristina Pacheco
Por: Vicente Hernández
“Las personas olvidarán lo que expresaste, lo que inventaste, pero jamás olvidarán lo que les ayudaste a apreciar”
«Maya Angelou» México ha perdido una mas de sus mas refulgentes estrellas de la literatura, la comunicación y el periodismo, porque Cristina Pacheco no solo brillo en estas disciplinas, también en calidad humana que es lo más difícil de practicar en estos tiempos tan convulsos que vivimos.
El pasado 21 de diciembre nos enteramos con tristeza que una de las mas famosas y queridas conductoras de televisión que ha dado este país Cristina Pacheco falleció a los 82 años de edad.
En realidad la periodista fue registrada como Cristina Romo Hernández (el Pacheco lo adopto de su esposo José Emilio Pacheco) Nació en San Felipe Torre Mochas Guanajuato un 13 de septiembre de 1941, pero se traslado junto a su familia a los cinco años de edad al entonces Distrito Federal, estudió la carrera de lengua y literaturas hispánicas, en la Facultad de Filosofía y Letras perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México, donde Carlos Monsiváis le presenta al escritor José Emilio Pacheco, con quien contrajo matrimonio en 1965 y procrearon dos hijas Laura Emilia y Cecilia Pacheco Romo.
Mi primer encuentro con Cristina fue a principios de los años sesentas, en las páginas de la revista “Siempre” que mi madre, en esa época sirvienta de Don Humberto Salinas(abuelo del ex presidente de Tampico Gustavo Torres Salinas) traía a casa junto a las revistas Sucesos y Jueves de Excelsior que su patrón le regalaba junto a periódicos que ella vendía por kilos, pero yo frecuentaba leer la revista Siempre que dirigía Don José Pages Llergo, que era una revista plural donde se vertían diversas opiniones de diferentes ideologías, y que yo me llevaba para leer en horas de descanso cuando trabajaba de “mocito” o mandadero en casa del periodista y Cronista de Tampico Don Antonio Martínez Leal, que por aquel entonces escribía en el Sol de Tampico la columna “El hombre de la banca”. Incursionó como periodista en los diarios El Popular y Novedades en la década de 1960, formó parte de la redacción de la Revista de la Universidad de México, en donde logró ser jefa editorial de 1978 a 1980, escribió en los periódicos El Popular, El Sol de México, El Universal, Excélsior, Novedades, y Uno más Uno entre otros, en el año de 1977 empezó a trabajar en Canal 11, como comentarista de “Así fue la semana” en 1978 se estrenó el programa “Aquí nos tocó Vivir” el cual se transmitió durante 45 años de manera ininterrumpida, también condujo en 1997 el programa “Conversando con cristina Pacheco”.Mi segundo encuentro (este ya físico) con Cristina fue en la ciudad de México, en medio de los años setentas, y se dio de manera casual, ya que yo frecuentaba un pequeño Cine ubicado dentro del edificio del Club de Periodistas en la calle Serapio Rendon en el centro capitalino, que proyectaba documentales y películas de comedia del cine mudo, y justo a la entrada estuvo, o esta un local donde se expendían periódicos de casi toda la república, y fue ahí donde la descubrí hojeando una revista, así que decidí acercarme para saludarla, recibiendo de su parte una agradable sonrisa antes de contestar mi saludo, y mis torpes comentarios sobre su trabajo periodístico.A lo largo de su carrera, Cristina a recibido mas de 40 premios, entre los que destacan El Premio Nacional de Periodismo, por Entrevista (1975-1985), Premio de La Asociación Nacional de Periodistas, por su crónica del temblor de 1985 en Aquí nos tocó vivir (1986), Medalla al Mérito Ciudadano, por su interés en temas sociales y humanos (2015), Reconocimiento por parte de la UNESCO por su programa Aquí nos tocó vivir (2010).Después de permanecer 50 años en televisión, y acompañando a las familias de México en sus entrevistas televisivas, Cristina tuvo todavía la fortaleza de despedirse de su publico mediante un emotivo mensaje televisivo el día 1° de diciembre, en el cual le dijo adiós a sus programas debido a problemas de salud, y he aquí una parte de su triste despedida: “Quiero agradecerles su presencia, su constancia, su apoyo, su solidaridad en este programa a lo largo de tantos años. Han sido, para mí, presencias vivas, mágicas. Son para mí seres queridísimos que forman parte de una familia, lo mismo que mis compañeros, a quienes quiero agradecer su apoyo, su solidaridad. Han estado conmigo en momentos muy difíciles como este” y tan solo a 20 días de esta despedida, fallece la inigualable y entrañable periodista.Cristina para mi (como a muchos) fue un modelo a seguir en el difícil oficio de ser artesanos de la palabra, una persona que fue capaz de arrancarle los más recónditos sentimientos a sus entrevistados de manera sutil, acariciadora, pero muy eficaz, para penetrar en lo más profundo del corazón de cada persona, que magistralmente supo plasmar en sus ensayos, narraciones, entrevistas y columnas, donde supo contar la vida del ciudadano común, del artista, escritor, del político, del pepenador, de la sirvienta, del empresario, porque con el paso del tiempo lo que se volvió más importante para ella fue el contar la vida, no solo de la gente de todos los estratos sociales, sino que también la suya propia, vaya pues este texto como un humilde homenaje a una figura mas del periodismo que nos deja: Descanse en Paz Cristina Pacheco.