Morena se encuentra ante un complicado reto en su proceso de selección de candidatos para las elecciones, ya que la definición de las candidaturas solo parece clara en dos estados, Veracruz y Tabasco. En estos estados, un hombre y una mujer han superado el 50% de preferencias en todas las mediciones internas y externas. Sin embargo, en el resto de las entidades en disputa, la situación es incierta. Esta decisión se centrará en combinar los resultados de encuestas, el porcentaje de competitividad, la facilidad para atraer votantes, la capacidad de enfrentar a la oposición, y una valoración política para cumplir acuerdos internos.
Las reglas de paridad aprobadas por el Instituto Nacional Electoral (INE) buscan garantizar un equitativo reparto de candidaturas, eliminando la práctica de colocar a mujeres como «juanitas» y asegurando que no se asignen candidaturas en entidades donde se prevé que perderán. Esta semana, Morena enfrentará un proceso de negociaciones para garantizar la paridad, la unidad y, a su vez, el triunfo en las elecciones. Mario Delgado, Claudia Sheinbaum y Alfonso Durazo deberán tomar decisiones estratégicas para equilibrar la fórmula perfecta.
