En un mundo donde la resistencia a los antibióticos se ha convertido en una amenaza latente, la Secretaría de Salud (SSa) alerta sobre las consecuencias mortales de la prescripción injustificada de estos medicamentos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), podríamos enfrentar la pérdida de 10 millones de vidas para el año 2050 si no se toman medidas inmediatas.
Durante la pandemia de Covid-19, el mal uso de antibióticos se intensificó, generando un aumento en el riesgo de reacciones adversas y gastos innecesarios para los pacientes. La investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Anahí Dreser Mansilla, destaca la importancia de medidas preventivas, como el lavado de manos y la higiene alimentaria, junto con un llamado a evitar la automedicación.
El grupo de investigación del INSP está trabajando en la evaluación de Programas de Optimización de uso de Antimicrobianos (PROA) en hospitales, buscando entender y mejorar la prescripción de antibióticos. La resistencia antimicrobiana es un problema global que requiere una respuesta colectiva y acciones concretas para preservar la eficacia de los antibióticos y salvar vidas.
