Por Brenda Ramos
En la playa de Miramar, con la luna reflejada en el mar, La calaca se paseaba, buscando a quién asustar. Pero al llegar a Madero, tuvo que recapacitar, Con el alcalde Oseguera, su plan tuvo que cambiar.
«Madero es mi fortaleza», con firmeza él expresó, «Estoy construyendo la esperanza, que el pueblo siempre soñó. La playa de Miramar, con turistas sin parar, Es la joya que destaca, en Tamaulipas sin dudar.»
La muerte, boquiabierta, no paraba de admirar, El cambio y la transformación, que no podía negar. «Oseguera», suspiró, «tu visión es colosal, Has plantado en cada esquina, un futuro sin igual.»
«Como operador político, tu astucia es sin rival, Tu carrera está en alza, y esto es solo el comienzo ya verás. Hacia la diputación federal, o donde desees llegar, Con tu empeño y dedicación, triunfarás sin titubear.»
Con una risa amistosa, la calaca decidió volar, Reconociendo que en Madero, un líder con visión está. Oseguera, sigue adelante, construyendo la esperanza sin parar, que Madero y su playa ¡contigo avanzan ya!
