Política

Rebatiña de «cuadro chico».

Ya en el pasado, inmediato y mediato, hemos visto las conductas de los simpatizantes más cercanos a un candidato a gobernador que se pelean por sus afectos; el famoso «cuadro chico», que significa una pequeña burbuja de hombres y mujeres que literalmente aíslan al candidato del resto de sus semejantes; podrán ser simplemente sus amigos e incluso familiares directos, que celosamente quieren pensar y actuar como si ellos mismos fuesen los aspirantes a gobernador y no solamente sus colaboradores y/ o inversionistas.
Seguramente ésto que se comienza a ver en Tamaulipas también sucede en las otras cinco entidades federativas mexicanas en que se renovará el titular del ejecutivo estatal.
La rebatiña por los afectos del candidato (esa burbuja que se integra por no más de seis o siete hombres y/ o mujeres absorbentes), cuando se trata de colaboradores de élite pues entonces sin duda podrían llevar al triunfo a su protegido. Pero cuando se trata de colaboradores de rebatiña cuyo único capital es la fidelidad y su entrega apasionada, pues entonces el saldo más viable es que empinen electoralmente a su candidato.
Entre menos oficio, instinto y experiencia político-electoral tenga el correspondiente candidato, en esa medida su cuadro chico podrá llevarlo al fracaso.
Existe sin embargo la posibilidad, en una campaña política, de que actúe otro cuadro chico paralelo; se trata de un grupo selecto de inversionistas que influyen con su dinero pero sin el interés particular de INTERVENIR personalmente en los actos de campaña. Precisamente en Tamaulipas ese fue el mérito por varios años de los hermanos Carmona; su financiamiento en las campañas electorales no tenía partido: lo mismo invirtieron en candidatos del PAN que del PRI, o del PRD o del PVEM, o de MC que de MORENA ahora de moda.
Bajo la orfandad en que los dejó el asesinato de Sergio Carmona, se sabe que su hermano sobreviviente ya cambio de giro y de todo quiere saber menos de elecciones; pese a que desertó de la política, debemos de reconocer que el Carmona sobreviviente junto con su hermano asesinado sabían cómo, con quién y cuando invertir, si bien dinero obtenido de negocios ilegales al amparo del poder de servidores públicos corruptos. Pero aquí hablamos de instinto para invertir, de sensibilidad para los negocios (insistimos que ilegales), en suma del oficio para arrimarse con los vencedores.
Llegamos entonces a concluir que es muy riesgoso para el triunfo electoral que un candidato se confíe en su burbuja; la historia en Tamaulipas está llena de casos en que la rebatiña por los afectos de un candidato fue el catalizador pata su fracaso en las urnas; no es la situación de los inversionistas, pues éstos sólo aspiran a recuperar con negocios su financiamiento; para ellos la política no es su modus vivendi, es sólo un pasatiempo rentable.
Así las cosas, le recomendaría amable lector que aguce sus sentidos y le ponga la lupa a los cercanos colaboradores, cuando estén a la vista, de César Augusto Verástegui Ostos, Américo Villarreal Anaya y Arturo Diez Gutiérrez Navarro, para ubicar a nuestros actores principales; o sea de sus correspondientes burbujas, es decir su cuadro chico de rebatiña, identificar a quienes tendrán más colaboradores inútiles a su servicio que lo ayudarán a perder la elección constitucional.
Yo tengo mi diagnóstico al respecto, mismo que le revelaré en los próximos comentarios, si a bien tiene leerlos.

Cd. Victoria Tamaulipas . Martes 11 de Enero de 2022. Evaristo Benítez Castro en Faena en Canal.

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