Columnas

PEMEX, EL NAUFRAGIO; MÉXICO, LA BANCARROTA.

Héctor Garcés.

En el casi año y medio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, las pérdidas de Petróleos Mexicanos ascienden a la escandalosa cifra de 908 mil millones de pesos. Una auténtica debacle financiera y administrativa.
De esa cantidad, 562 mil millones de pesos se registraron en el primer trimestre de 2020. Sin duda, este será el peor año en la historia de Pemex.
Lo que sucedió tan solo entre enero y marzo de 2020 superó por mucho la pérdida de la empresa (que se dice ‘productiva’) en todo 2019: 346 mil millones de pesos.
Si bien el efecto del coronavirus en la economía mundial comenzó a registrarse en febrero, lo peor está por venir: el segundo trimestre, que incluye el convulso mes de abril con el precio del barril de crudo por debajo de cero, reportará pérdidas mayores.
La situación es muy preocupante: De continuar por el mismo camino, Pemex, cuya deuda ronda los 105 mil millones de dólares, puede conducir a México a la bancarrota.
Para evitar la quiebra, una más en la trágica y cómica historia de la república, se necesita un urgente cambio de rumbo. La decisión debe tomarse ya.
El llamado de emergencia debe provenir de distintos frentes: el bloque opositor recientemente construido en la Cámara de Diputados, el Frente integrado por los Gobernadores del Noreste, El Bajío y de Occidente, las cámaras empresariales, las organizaciones de la sociedad civil y, por supuesto, los medios de comunicación.
De no presentarse un cambio en la ruta de Pemex, las finanzas de México se hundirán sin remedio. Y todos perderán: el gobierno federal que prometió la transformación (su crédito político quedará aniquilado), los gobiernos estatales cuyos presupuestos se reducirán drásticamente y, de paso, los municipios, siempre los más golpeados por los errores y desaciertos centralistas.
La iniciativa privada, por supuesto, también perderá. Hasta los mega millonarios que aparecen en Forbes (Carlos Slim, Ricardo Salinas Pliego, Emilio Azcárraga) resentirán la quiebra si no hay un cambio de rumbo. Claro, ellos tienen capacidad para aguantar ésta y otras crisis más… pero no es lo mismo acumular que perder riqueza. Ellos nunca quieren perder.
Ni hablar de la clase media, cuyas aspiraciones de ascenso en la pirámide social se verán truncadas ‘one more time’ por el irresponsable manejo de las finanzas de Pemex, eso que los tecnócratas denominaron (una de las tantas ocurrencias de la narrativa de los gobiernos del pasado) ‘empresa productiva del Estado’.
Los más afectados, como sucede con frecuencia, serán los que menos tienen, los sectores más vulnerables, los que viven al día, los integrantes de la vapuleada economía informal.
Con la actual tendencia financiera negativa, de seguir con la misma inercia del primer trimestre del año, Petróleos Mexicanos puede registrar pérdidas por 2 billones de pesos en 2020. Su pasivo ya supera los 4 billones de pesos. Sería, por tanto, insostenible la viabilidad y la operatividad de Pemex.
Si bien la deuda que arrastra la empresa no es culpa de Andrés Manuel López Obrador (Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto la llevaron a un nivel de escándalo), si es responsabilidad del presidente de la república la actual política de incrementar la producción petrolera en tiempos en que no es rentable ni exportar el barril de petróleo ni refinarlo para convertirlo en gasolina o diésel, ya que de ahí, en alto porcentaje, provienen las pérdidas.
Para medir el tamaño del ‘boquete’ de las pérdidas presentadas por Pemex en el primer trimestre de 2020, habría que compararlas con el presupuesto asignado a la empresa en este año: Las pérdidas en tres meses fueron de 562 mil millones de pesos. El presupuesto anual es de 523 mil millones de pesos. Es decir, las pérdidas de enero, febrero y marzo superaron el presupuesto de todo el año de Pemex. De esa dimensión es el naufragio.
Además, todos los especialistas lo dicen: es inviable la construcción de la refinería de Dos Bocas, cuyo costo estimado será de 8 mil millones de dólares, pero que, en pesos, con la devaluación registrada en los primeros cuatro meses del año, se incrementó: de 155 mil millones de pesos pasó a más de 190 mil millones de pesos.
Se reitera: urge un cambio de rumbo en Pemex antes de que arrastre a México hacia la bancarrota, cosa que podría suceder en este mismo año, a finales.
Ese cambio de ruta en Petróleos Mexicanos debe ser exigido con urgencia por el Bloque Opositor de la Cámara de Diputados, por el Frente de los Gobernadores del Noreste y por todas las organizaciones de la iniciativa privada y de la sociedad civil.
Si AMLO persiste con sus políticas ancladas en el pasado nacionalista petrolero, no sólo hundirá las finanzas mexicanas, también hundirá a la 4T y su proyecto de nación.

Y PARA CERRAR…
Más empresas del sector privado se suman a la convocatoria de Alma Laura Amparán, alcaldesa de Altamira, para apoyar a los sectores más vulnerables ante la contingencia sanitaria provocada por el coronavirus.
Petro Plus, Transportes Mundiales, XAX Transportes Logística, E y E Gestores Agencia Aduanal y López Transportes entregaron el pasado fin de semanas despensas al Ayuntamiento para que la presidenta municipal y su equipo de trabajo, coordinados con el sistema DIF que encabeza Alma Laura Hernández Amparán, las distribuya en las zonas de mayor marginación.
Por cierto, Alma Laura Amparán repartió apoyos alimenticios a los pobladores del Ejido Río Tamiahua.

Notas relacionadas

Botón volver arriba