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Pierde MORENA información sobre encuestas. Por: Mauricio Fernández Díaz

Caso Oaxaca abre la puerta a la cancelación de candidatura de AVA

Ciudad Victoria.- El proceso de elección del candidato de Morena en Oaxaca puede convertirse en el espejo de la designación de Américo Villarreal Anaya en Tamaulipas, donde también hay protestas e inconformidades presentadas en tribunales.

El caso Oaxaca muestra varias similitudes con el de Tamaulipas: la encuesta como método de selección del candidato, aspirantes insatisfechos con el resultado, impugnaciones y descalificación del proceso.

En ambos aparece también el mismo personaje en calidad de villano: Mario Delgado, quien ha sido incapaz de darle credibilidad a los resultados y se ha opuesto a probar otros métodos de selección.

Lo que parecía un trámite cómodo en Oaxaca se convirtió en una pesadilla para Morena y sus dirigentes, a tal punto que Salomón Jara, candidato designado en la entidad, está impedido de hacer campaña hasta que no se resuelvan las quejas por la vía legal.

Allá, también, la lucha por el uso métodos democráticos en la designación de candidatos lo encabeza una mujer, Susana Harp. Ella ha recorrido las instancias necesarias para anular la nominación de Salomón Jara como precandidato de Morena al gobierno de Oaxaca. Presentó primero una queja en la Comisión de Honor y Justicia de Morena, el cual sobreseyó su caso. Posteriormente, acudió al Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca, donde los magistrados validaron la decisión de Morena, ya que la aspirante solicitaba la anulación de Jara y no la defensa de un derecho propio. Finalmente, Susana Harp, senadora de Morena con licencia, acudirá a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a impugnar la designación de su partido.

Sin embargo, un segundo combatiente de los métodos oscuros de Morena apareció en escena: Alberto Esteva, ex alcalde de la antigua delegación Álvaro Obregón, de la Ciudad de México. Esteva ansiaba participar en la elección interna de Oaxaca pero no fue siquiera registrado en la lista de aspirantes. Por tener en firme sus derechos de militante, Esteva recurrió a la Comisión de Transparencia de Morena donde solicitó, mediante oficio, la documentación que demostrara el levantamiento de las encuestas, el procesamiento de datos y, en fin, toda la información concerniente al proyecto.

La respuesta de Morena dejó petrificado al país entero: ¡no la encuentran!

Para ganar tiempo, el partido solicitó una prórroga de 15 días con el fin de llevar a cabo “las gestiones necesarias en la búsqueda de la información”. Morena está obligada por ley a dar puntual respuesta a Alberto Esteva, ya que la solicitud de información lo hizo a través de la plataforma de Transparencia, cuya ley declara sujetos obligados a funcionarios de gobierno, dependencias e institutos públicos, como los partidos políticos.

“Morena pide prórroga porque su unidad de Transparencia no encuentra la información de las encuestas que le solicitamos… comparta para evidenciar que no existieron! Dice que se encuentra en su búsqueda”, publicó Esteva en su cuenta de Twitter.

Es exactamente la misma controversia que se vive en Tamaulipas: los aspirantes quedaron inconformes con la opacidad del proceso interno de Morena. Si bien el cargo se denomina coordinador de los Comités para la Defensa de la 4ª Transformación en el Estado (figura que pasará a ser el candidato cuando se cumpla la fecha señalada en el calendario electoral), ya tiene el poder de visitar regiones y promover su imagen y su nombre entre la militancia.

Pero, Alberto Esteva sabe que el proceso interno no ha terminado: “Aún no hay candidato para Gobernador en Oaxaca, es nuestro derecho político electoral impugnar la respuesta definitiva de Morena”.

Es la manera de pensar de Maki Ortiz, ex aspirante del proceso interno de Morena en Tamaulipas; hubo simulación y dolo en la designación de Américo Villarreal en Tamaulipas. En términos éticos, hubo robo.

Igual que Susana Harp, una vez sobreseída la solicitud en la Comisión de Honor y Justicia de Morena, Ortiz Domínguez acaba de volver a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a impugnar la resolución del partido. En su queja, la ex alcaldesa ataca la metodología y resultados de la encuesta, y diversas omisiones de ley en la convocatoria de Morena para seleccionar al candidato en Tamaulipas.

Solo le faltaría recurrir a la plataforma de Transparencia para que también le muestren las encuestas y la documentación que validen el levantamiento de datos en Tamaulipas. No vaya a resultar que tampoco los encuentren o, peor aún, que no existan.

El cuento del método de las encuestas y la limpieza del resultado se tambalea desde Oaxaca a Tamaulipas, y Mario Delgado no acierta a decir más que los aspirantes firmaron una carta compromiso de respetar la decisión del partido. En otras palabras, les pide silencio y obediencia, dos reglas nada democráticas ni apegadas a una sociedad libre.

El caso más avanzado es el de Oaxaca, y su desenlace debe captar la atención de Américo Villarreal y su equipo, aunque para muchos es una mafia. Si Salomón Jara cae como candidato de Morena en Oaxaca, si nunca aparecen las fantasmales encuestas, es posible sustituir todavía al doctor Villarreal en la contienda por la gubernatura de Tamaulipas, como exigen numerosos militantes.

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