Política

Los caquitos, la pagarán

Que este viernes alrededor de las 3:00 de la tarde llegó su alcachofa de ustedes a trompear a cierto restaurante de la calle Maclovio Herrera, en el fraccionamiento Ojo Caliente y que el tipo empezó a saludar a todo mundo como si anduviera en campaña, pero los comensales ni lo pelaron, unos le hicieron jetas (dicho con sumo respeto) y otros le voltearon la carátula, como que no lo vieron, ni mucho menos le escucharon, la mayoría siguieron en lo suyo, sin reparar en tal presencia.

Y estaba el comedero lleno, pero la gente, esa que sí trabaja, que no tiene que ver con La Yunta (el Ayuntamiento), que no se ven obligados a hacerle “bwana bwana” o caravanas al chango que mangonea y manotea el erario, simplemente le castigaron con el látigo de su desprecio.

Y espérate tantito, al rato en campaña política -anda buscando una diputación local, para supuestamente tener fuero legislativo y que no le den fresco bote-, podrían verse gritos de ¡Ratero!, ¡Mentiroso!, ¡Bandido! y ¡Rajón!, sobre todo cuando vaya a colonias como Villas de San Miguel, El Campanario, Valles de Anáhuac, 150 Aniversario, Primero de Mayo… ¡Todo el pueblo!, para acabar pronto.

Una municipalidad altamente agraviada, tanto que ¡cifra récord!, 9 de cada 10 ciudadanos reprueban las condiciones de sus calles, no hay cuadra ¡no dijimos calle, sino cuadra!, sin varios baches, cinco o más agujeros cada 80 metros, que esa es la longitud promedio de las cuadras en nuestro amado Nuevo Laredo.

Pueblo tan ofendido por este mico, que el 94.2 por ciento (el otro 5.8 porcentual, de seguro es su familia, secuaces, gente que cobra en el Ayuntamiento, le vende o hace negocios con el gobierno local) asegura que la administración municipal está dada al cuas, en bacheo, recarpeteo, total que en calles y avenidas, la ciudad es un auténtico potrero o un chiquero.

Lo dice la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, o sea el propio Inegi.

SALDRÁ A PEDIR EL VOTO
Tomates podridos, calabazas echadas a perder, cebollas bofas, lechugas en descomposición, eso es lo que pudiera recibir su “preciso”, ahora que deje un momento su cargo, para salir a las calles a pedir el voto para diputado local en el Distrito 1.

Como que su “amigo” el granuja de Reynosa que manda en Victoria, no le quiere muy bien que digamos, pues le pudo dar una diputación plurinominal, pero en su lugar, lo ha mandado a enfrentar a los vecinos del lejano poniente, allá donde les dijo que los iba a dejar como colonias de primera y la única primera, es la velocidad de la caja de cambios de los armatostes urbanos, en que se puede circular por esas calles llenas de agujeros, los conductores de automotores no pueden subir al segundo engrane, porque se les truenan las llantas y se les desconchinflan los rines, por caer en tanto pozo.

A ver qué dicen de votar por él, nada menos que ese 73.1 por ciento que también lo reprobó en el “combo” de alumbrado público, fugas de agua potable, brotes de drenaje en la vía pública, abandono de parques y jardines, entre otras deficiencias atribuibles a una administración por demás ineficiente.

¿Qué les va a decir por la calidad del transporte público en que se mueve la clase trabajadora, el medio de desplazamiento de las masas? ¿Y la recolección de basura, en una ciudad exageradamente sucia y bastante maloliente?

EL OTRO ESTÁ PEOR
La clase de villano que gobierna Tamaulipas, por si es que se nos había olvidado, quedó por enésima vez manifiesta, este pasado martes de frutas y verduras.

El goberladrón de Tamaulipas, le mandó puras berenjenas y verdolagas al embajador de Guatemala en México, Mario Adolfo Búcaro Flores, quien vino exprofeso a la entidad para reclamar los cuerpos de sus 16 compatriotas acribillados por los matarifes de los GOPES, un cuerpo choteril de elite, que “El Chómpiras” creó y dirige, para sus muy particulares y aviesos fines.

Le importó un soberano pepino el atenderle.
En su representación -por cuanto a la calidad en la misma, hay que reconocer que no pudo ser más fiel y exacta a él-, envió a recibir a Búcaro Flores, nada menos que al “Fiscal Carnal” Irving Barrios Mojica (ese del “Michoacanazo” que se vino a refugiar a Tamaulipas) y al no menos tenebroso y aterrador César Augusto Verástegui Ostos, apodado “El Truco” (ya con ese apodo que se carga lo dice todo de él), un tipo con varias muescas en las cachas de sus pistolas.

Este par de lacras, tienen respectivamente un “corrido”, que ni Los Cadetes de Linares, ni Los Tigres del Norte, como tampoco Los Bravos del Norte de Ramón Ayala, pudieran detallar en menos de tres minutos.

“El Señor de los GOPES” volvió a ensuciar mundialmente al ya muy manchado -por él- nombre de Tamaulipas, gracias a sus sicarios uniformados que se despacharon a 16 centroamericanos, varios de ellos casi niños, adolescentes.

¡No! No los mataron delincuentes o asaltacaminos, los ejecutaron los policías especiales del Estado de Tamaulipas, esos que dijo su ejecutivo ¿o ejecutor? estatal, están altamente calificados para situaciones especiales y fueron rigurosamente seleccionados para la tarea.

Bonitas tareas las encomendadas a estos batos por el truhán de Reynosa.
En fin, que para uno y otro, “El Chómpiras” y “El Peterete”, a nivel Estado y Municipio, la van a pagar muy caro este domingo 6 de junio en las urnas.
Estos modernos “caquitos”, no pueden salir bien librados.

Sólo se librarían de la debacle política, si el pueblo de Nuevo Laredo y el de Tamaulipas se los permitimos.

Pero acá, por lo que hace a nuestro terruño, ustedes tienen la palabra estimados lectores.

Feliz domingo de menos frío, pero de más bandidos.

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