Sin Filtros; por Brenda Ramos
Básicamente dos tamaulipecos, los hermanos Francisco e Ismael García Cabeza de Vaca, ven al estado hundirse en la violencia y la desintegración; constantemente lanzan quejas desde las redes sociales para denunciar una crisis de inseguridad, casi de guerra, que ni en Ucrania. Pero hablan solamente por la herida: Tamaulipas está recuperando paulatinamente el orden, y son los propios ciudadanos quienes lo confirman.
De cualquier manera, es innegable que el estado presenta aún retos en el tema de seguridad, eventos que requieren del uso de la fuerza para controlarlos. Pero lo que importa es avanzar, ver resultados.
El problema no está resuelto; sin embargo, se atiende y se ha podido modificar positivamente, y no cómo sostienen histéricamente los panistas, que ni siquiera viven en el país y desean el fracaso de nuestra entidad.
Como dijimos arriba, lo que importa es la opinión de la gente, de acuerdo con los ciudadanos, la percepción de inseguridad ha bajado de 78.1 a 74.9 por ciento en el estado. Son los datos obtenidos por el INEGI que se acaban de publicar la semana pasada.
Uno de los indicadores sobre el desempeño del gobierno federal y los estados es precisamente la Encuesta Nacional de Victimización Percepción sobre Seguridad Pública. El informe de septiembre de 2023 cubriría las acciones implementadas por el gobernador Américo Villarreal en esta administración. Se trata, entonces, de la primera evaluación a su gobierno en esta materia.
Las cifras resultantes indican que el doctor Villarreal ha recibido un voto de confianza de los habitantes; no hemos dicho aquí que el problema se ha resuelto o que ya no exista. Ni siquiera la administración estatal ha dicho eso. Pero ha demostrado en los hechos que tiene voluntad política para contenerlo: primero, entregó 91 patrullas a varios municipios del estado en noviembre de 2022. Luego, hace tres semanas, abanderó el arranque de otras 100 camionetas de seguridad pública para vigilancia y atención de emergencias.
En este tema delicado, Tamaulipas ha dado pasos concretos para proteger a los ciudadanos, sus vidas y su patrimonio. La Encuesta Nacional de Victimización Percepción sobre Seguridad Pública, en esta entidad, se aplica en ciudades como Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo, Río Bravo, Valle Hermoso, Ciudad Victoria, Ciudad Mante, Tampico, Altamira y ciudad Madero.
Los resultados son altamente confiables ya que se utiliza una muestra de ocho mil encuestas para su elaboración.
Al mismo tiempo, el gobierno de Tamaulipas levanta un estudio-diagnóstico para atender la violencia familiar, de género o por discriminación. Con este se busca apoyar a los grupos más vulnerables de la población, particularmente las mujeres, quienes son objeto de maltrato de parte de sus parejas o son apartadas de sus hijos por la fuerza, conocida como violencia vicaria.
Con la procuración de justicia, junto con el Poder Judicial del Estado, en manos de incondicionales del PAN, el mérito del doctor Américo Villarreal es mayúsculo, ya que tiene que enfrentar tanto a los delincuentes como a los jueces locales que han de imponerles el castigo, por paradójico que suene.
Si alguien ha decepcionado a la sociedad, si la ha vuelto en su contra debido a su incapacidad y corrupción, ese es Francisco García Cabeza de Vaca, único emisario del desastre para agitar al gobierno de la Cuarta Transformación en Tamaulipas.
Los días de los ciudadanos con los ojos vendados han terminado. Hoy los resultados se exigen, se evalúan y se conocen, no como en las pasadas administraciones, que usaban distractores y cifras maquilladas para simular eficiencia. Esta vez, la transformación ha llegado de verdad.
