Dice el dicho: Quien no quiere habas, las comaladas. Y al que no quiere caldo, la taza llena.
Radicales Libres || Aníbal M Silva
El berrinche del Gobernador de Tamaulipas, que no quiere un superdelegado le salió bastante caro al resto de los gobernadores.
López Obrador cedió a no poner en los estados al encargado federal como titular de la Secretaría Técnica en asuntos de seguridad.
Van a designar otro encargado, especialista en esos menesteres.
Pero otro movimiento administrativo va a dejar muy mal paradas a las administraciones estatales.
El superdelegado que aglomera casi toda la ayuda social, no será el único contrapeso poderoso de los Gobernadores.
Según el diseño de el actual gobierno, desaparecería el Seguro Popular y pasaría con todo y presupuesto a ser gestionado por el Instituto Mexicano del Seguro Social, dando un paso a la universalización de servicios de salud en el país.
Los recursos del Seguro Popular eran manejados por las secretarías de Salud estatales, por lo que menguaría la capacidad operativa de las Entidades y el IMSS se erigiría como otro contrapeso poderoso ante los otroras virreyes.
Les están quitando recursos y poder. Y no sólo eso.
Ahora no tienen uno, sino dos enemigos en casa.
Gracias a Cabeza de Vaca.
Jiribilla
La ampliación de los servicios del IMSS no saturaría la estructura llamada ordinaria. Para expandirse, el Instituto usaría los recursos del programa llamado hasta ahora oportunidades.
Y ya en Ciudad de México existe el germen de un nuevo sindicato al interior del IMSS. En el nuevo organismo se aglomerarían las nuevas contrataciones, y terminaría el monopolio del SNTSS.
El anuncio de López Obrador de respetar la autonomía sindical va. Pero los caciques no pueden estar muy cómodos ya que sería el tercer sindicato alternativo que se gesta, tras la llegada del nuevo Sindicato Minero y el anuncio del inicio de operaciones de PetroMex, la antitesis pejista al SUTPRM que encabeza Carlos Romero Deschamps.
Se prevén desbandadas. Una manera elegante de minar el poder sindical.
