Parámetros / El ojo de Dios.
La generación de los Millenials (nacidas a partir de 1984, es decir, hoy tienen menos de 34 años), ya no cree en los gobiernos. La llamada ‘Gen X’ (nacidos entre 1960 y 1984), les ha retirado el beneficio de la duda y, algunos actualizados ‘Baby Boomers’ (nacidos entre 1946 y 1964), han despertado.
Ya no esperan los periódicos impresos ni la programación noticiera ‘editada a modo’ u “oficial”, al día siguiente como ocurría hace algunos lustros.
Son muy desconfiados y creemos que así debe ser.
Descuidos, omisiones, fraudes, dobles discursos y demás, está siendo detectado por el poder ciudadano y a través de las redes. Todo o casi todo, queda documentado a través de este magnífico fenómeno.
A continuación citaré un texto de mi estimado y culto amigo, el abogado y excelente notario, Rodolfo Salazar González: “Escucho frecuentemente en los medios electrónicos tradicionales, que siempre estuvieron al servicio de la dictadura del poder imperial, afirmar que las redes sociales son peligrosas porque solo desinforman y no dicen la verdad. Esta es una estratagema de estas empresas que venden la verdad al sistema dominante.
A esto yo les contesto: prefiero esta selva informativa de las redes sociales, que la información dominada por el poder público que siempre sesga la verdad en favor de sus intereses. Ya nunca más volveremos a la vieja costumbre de esperar a Jacobo Zabludovsky para saber lo que pasaba en nuestro país. Vivamos nuestro Renacimiento Social.”
A título propio añado: ¡Vivámoslo!
He leído con atención a algunos periodistas y “líderes de opinión” rebasados y aferrados al oficialismo del pasado, que escriben obligatoriamente para los periódicos impresos, desestimar e insultar a los usuarios que manifiestan inquietudes en ellas y niegan toda efectividad de las mismas aduciendo que las integran un montón de gente ignorante repitiendo y compartiendo mentiras.
Es verdad que hay que darle un uso responsable en cuanto a lo que se publica, puesto que no hay ley que las regularice hasta el día de hoy, pero en lo personal estamos seguros que están totalmente equivocados.
Las redes sociales es el instrumento en donde quedará manifestada la voz del pueblo: voz de Dios.
Dos de los delincuentes políticos del PRI Nacional –señalados por el pueblo (pongan una foto de ellos en su red y verán los señalamientos que les hacen)-, Cesar Camacho Quiroz y Enrique Ochoa Reza hablaron y re propusieron lo impensable; pero que otros partidos ya habían hecho. Se doblaron ante la embestida del pueblo harto de la corrupción y hablaron de aportar sus prerrogativas como partido. Sin duda, un gran triunfo de las redes sociales.
Aquellas simulaciones, como por ejemplo en las que algunos diputados federales tamaulipecos reinciden y subieron a las red cargando un camión de despensas y productos básicos con afanes electorales, tomándose ‘selfies’ y videos tratando de proyectar algo que la ciudadanía ya sabe que no son.
Ahí se puede observar a algunos diputados como por ejemplo a la hermana del corrupto ex gobernador Eugenio Hernández y a Alejandro Guevara, quien por cierto, anda muy sedita con las nuevas directrices su partido en Tamaulipas, no le importa que sean solo Egidistas y Geñistas. Esta tolerando porque quiere la candidatura al senado, misma que autorizó el presidente nacional del PRI y que le quitó de las manos Egidio Torre para dársela a Manuel Cavazos Lerma en el 2012. Está correcto el diputado, en su negocio de la política no debe existir la dignidad.
En el mismo tono nos parece ridícula la “gira estatal” de Sergio Guajardo en donde sus boletines y notas dan cuenta de que tuvo “muy importantes reuniones” por ejemplo, con los diputados federales que representan el sur: Mercedes Guillén, Esdras Romero y Montserrat Arcos; la gente piensa que de los tres no se hace uno y se hiciera, abortarían un feto ‘bueno para nada’ pero, ¡con potencia al cubo!..
Jesucristo, el máximo político que haya existido en todos los tiempos, recomendó a la gente: “Que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha”.
Basta de simulaciones.
Las nuevas generaciones (Millenials, Gen X) y algunos actualizados ‘Baby Boomers’ están vigilando y son sumamente desconfiados. No le dan credo al gobierno ni un solo milímetro.
Representan la voz de los pueblos.
Son sin lugar a dudas, el ojo de Dios.
Edy Pintor