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MEDIANTE ENCUESTA ABIERTA MORENA ELIGIRA A SU CANDIDATO A JEFE DE GOBIERNO EN LA CDMX

Cuatro morenistas a la caza de la candidatura a jefe de gobierno de la CDMX

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con la aplicación de una encuesta “abierta” a la ciudadanía, los capitalinos elegirán este fin de semana al candidato de Morena a la jefatura de Gobierno de esta ciudad de entre cuatro aspirantes: Martí Batres, Mario Delgado, Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum.

Salvo el senador Delgado Carrillo, el resto de los candidatos se ha dedicado a difundir en las últimas semanas los resultados de encuestas y sondeos de opinión que los favorecen, por lo que no hay un claro favorito, aunque las apuestas se inclinan por la actual jefa delegacional de Tlalpan, Sheinbaum Pardo, por su estrecha cercanía con el líder nacional de ese partido, Andrés Manuel López Obrador.

Además, han repartido su tiempo para recorrer las 16 delegaciones políticas, reunirse con organizaciones sociales, asistir a foros creados exprofeso, amarrar alianzas con grupos y organizaciones afines o no, y presidir eventos con el propósito de difundir sus propuestas para resolver los problemas que más agobian a los capitalinos como la inseguridad, la escasez de agua potable, la movilidad y la sobreexplotación del uso del suelo.

Tampoco han escatimado tiempo y recursos para producir videos y difundirlos profusamente por las redes sociales ni en visitar estaciones de radio y televisión para divulgar sus proyectos y debatir entre ellos, en los que algunos apelan a su experiencia política o a su carácter ciudadano.

En ese frenesí electorero en busca del voto, Monreal no ha tenido empacho en buscar acercamientos con el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, y en tejer alianzas o hacer guiños a personajes y organizaciones afines al PRI y de oscuros antecedentes para ganar simpatía entre los habitantes de la capital.

Otros han presumido como tarjeta de presentación su estrecha relación con el mandamás de Morena, López Obrador.

En los promocionales que atiborran el ciberespacio cada uno de ellos asegura que tiene la suficiente experiencia para gobernar y, con encuestas y sondeos a modo, han vendido la idea al electorado de que son la mejor opción para gobernar a los 10 millones de capitalinos.

Ninguno de los cuatro aspirantes ha dudado un instante en autoproclamarse como digno representante de Morena para darle la puntilla al PRD y arrebatarle la jefatura de Gobierno de la capital del país, donde actualmente ya gobierna en cinco de las 16 delegaciones políticas.

Por lo pronto, la encuesta a la que los aspirantes acordaron someterse estará dirigida por un “grupo técnico y democrático” de las secretarías de Elecciones y Formación Política de Morena. Consistirá en aplicar mil cuestionarios a partir de este viernes 18. De ese total, 800 se aplicarán directamente en domicilios y 200 más en las calles de la Ciudad de México.

Aunque, según los cálculos de Morena, el sábado 19 ya se tenga el nombre del ganador de la elección interna, no será sino hasta el próximo 3 de septiembre cuando López Obrador presente públicamente al ganador de la contienda en el Zócalo capitalino.

En la semana previa a la elección, el jefe delegacional de Cuauhtémoc se pronunció por realizar dos encuestas “espejo”, aparte de la que hará Morena, en aras de la transparencia del proceso interno, pero el partido no se pronunció al respecto.

Los aspirantes

Curtido en las lides estudiantiles –fue miembro del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) en la huelga en la UNAM–, Martí Batres Guadarrama inició su carrera política bajo la tutela de René Bejarano hasta que se separó y formó su propio grupo. En la administración pública capitalina ha escalado diversas posiciones, la última de ellas como secretario de Desarrollo Social durante un tramo del sexenio de Marcelo Ebrard.

En sus antecedentes políticos, destaca también su paso como legislador en la entonces Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF) –hoy Asamblea Legislativa—de la que fue presidente de la Comisión de Gobierno en el trienio 1997-2000 y en la Cámara de Diputados en dos ocasiones, en una de las cuales fue presidente de la Junta de Coordinación Política.

También fue presidente del PRD en la Ciudad de México y actualmente lo es de Morena, también en la capital.

Avezado, pues, en la jerga política, Batres presentó hace unos días su plataforma de 100 propuestas para rescatar a la Ciudad de México como bandera de lo que sería su gobierno en caso de resultar electo. La propuesta tiene cinco ejes: seguridad, movilidad, desarrollo urbano, agua y corrupción.

Sobre el primer punto, pretende revivir las reuniones diarias de gabinete de seguridad que hacía López Obrador en su administración, con la presencia de los 16 alcaldes –ya no serán jefes delegacionales, de acuerdo con la nueva Constitución Política capitalina- y que la ciudadanía evalúe cada seis meses las acciones hechas en la materia.

“Yo siempre he dicho que vamos a estar donde nos corresponde estar. Los cargos no son un fin en sí mismo. Donde seamos más útiles al movimiento, ahí estaremos. Yo creo que soy más útil en la ciudad”, afirmó el 1 de agosto en entrevista con Radio Fórmula.

Aunque en la más reciente sesión del Consejo Político del partido no alcanzó los votos suficientes para entrar en la contienda morenista, el senador Mario Delgado Carrillo logró colarse entre los aspirantes, luego de apelar a la Comisión Nacional de Elecciones de ese instituto.

Con el registro en la mano, buscó posicionarse de inmediato y para ello encontró en las redes sociales el mejor vehículo: difundió un video en el que se compromete a que ciudad vuelva a ser “de vanguardia y esperanza”.

Sin mencionar su pasado como operador de Marcelo Ebrard y fundador del extinto partido del Centro Democrático (PCD), presume que luego que su primer trabajo en el servicio público fue en la policía capitalina, donde “me tocaba acompañar todos los días a López Obrador a las reuniones mañaneras del gabinete de seguridad”.

Luego agrega que llevó las finanzas de la ciudad y en la Secretaría de Educación “hicimos el programa Prepa Sí”, sin aclarar que estos dos últimos cargos fueron en el sexenio de Ebrard Casaubón.

Y el actual senador de Morena termina con un mensaje: “Tengo la experiencia. Yo ya estuve ahí. Tu sabes que dimos resultados y los volveremos a dar. Vamos a renovar estos seis años perdidos. Vamos a renovar juntos la esperanza”.

De los cuatro contendientes, Ricardo Monreal es sin duda el que acumula la mayor experiencia política, aunque su pasado priista le sigue pesando.

Monreal ha transitado por las cámaras de Diputados y Senadores y cuando quiso ser gobernador de su estado natal, Zacatecas, no logró el apoyo de su partido, el PRI, por lo que renunció y se puso la camiseta del PRD para contender por la gubernatura, y ganó. Tiempo después dejó ese partido y se afilió a Morena.

El domingo pasado, el jefe delegacional en Cuauhtémoc mostró músculo en una Plaza de la Revolución, donde presentó su proyecto “Visión Metropolitana 2.5”, basado en siete ejes, entre ellos: seguridad, desarrollo con equidad y sustentabilidad.

En su campaña para la candidatura de Morena a la jefatura de Gobierno, Monreal no ha cuidado las formas:

Se fue por la libre para abrir la posibilidad a una virtual alianza con el PRD: “Creo que el PRD debería estar con Morena, toda la izquierda de la Ciudad, la progresista debería estar porque es una zona metropolitana ya no es una ciudad aislada, por eso se tienen que buscar acercamientos con el PRD, PT, todos hacen falta”, dijo.

Cuatro días después, el jueves 17, un grupo identificado como “Nueva Corriente Democrática”, corriente de opinión interna del PRI integrada por líderes sociales, militantes, cuadros y dirigentes “con acreditada experiencia y trayectoria partidista” le expresó su apoyo incondicional. Y para sumar fuerzas, el zacatecano también buscó el apoyo de sus excompañeros del Movimiento Ciudadano que preside Dante Delgado.

Antes había coqueteado con diversas organizaciones de comerciantes ambulantes, algunas de ellas del PRI.

Monreal tiene en Alejandro Rojas Díaz Durán, un exmarcelista y funcionario capitalino a uno de sus principales operadores políticos.

Claudia Sheinbaum es la única mujer en el cuarteto de aspirantes de Morena a gobernar la capital del país y la única que puede presumir de tener un perfil más ciudadano que político por lo corto de su carrera en el servicio público. En su currículum sólo aparece que fue secretaria de Medio Ambiente en la administración de Andrés Manuel López Obrador y la responsable de dos obras monumentales: el segundo piso del periférico y la primera línea del Metrobus.

A diferencia de Monreal, la jefa delegacional de Tlalpan marcó desde un principio su distancia del gobierno de Miguel Ángel Mancera y aglutinó al resto de los delegados morenistas en un frente contra del gobierno de la ciudad.

El costo de esa decisión fue brutal: los ahorcaron financieramente, los apretaron con auditorías y los aislaron al marginarlos de los programas sociales promovidos desde el centro.

A raíz de que la científica universitaria decidió buscar la candidatura de Morena al gobierno de la ciudad, las muestras de apoyo de la comunidad universitaria, científica e intelectual de la metrópoli se multiplicaron por sí solas, por lo que la jefa delegacional decidió enfocar su campaña en la calle.

No fue fácil. En las delegaciones gobernadas por el PRD fue boicoteada por las tribus perredistas, como en Iztacalco y la Gustavo A. Madero.

El 7 de agosto, representantes de 15 organizaciones sociales, urbanas y campesinas como El Barzón, Central de Organizaciones Campesinas y Populares, Movimiento Indígenas y Comerciantes Solicitantes de Vivienda, Unión de Trabajadores del Campo y el Movimiento Nacional por la Seguridad y en Pro de la Justicia se sumaron a su candidatura.

A partir de los sucesos en Tláhuac, Sheinbaum Pardo buscó por vez primera al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, para solicitarle personalmente su apoyo a fin de combatir la inseguridad que priva en algunas zonas de su demarcación.

En diversas entrevistas, la exsecretaria de Medio Ambiente -y considerada por algunos como la más fiel seguidora de López Obrador-, ha comentado que en la capital “no se puede ir gobernando con ocurrencia y tiene que haber un plan realmente de ciudad para beneficio actual y de largo plazo”.

Y ha explicado que su gobierno se basaría en cinco principios: una ciudad innovadora, sustentable, más igualitaria; con honestidad y honradez por encima de todo, y también un gobierno abierto.

Con estos escenarios, los cuatro aspirantes a la candidatura de Morena para gobernar la ciudad en el 2018 se someterán al escrutinio público y, según han dicho, respetarán sus resultados, aunque no les favorezcan.

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