Un día para la felicidad…
VIDA DIARIA
ROSA ELENA GONZALEZ
Pues resulta que ayer fue el día Internacional de la Felicidad, qué locura, cómo si el ser feliz dependiera de un día, cómo si la gente encontrara la felicidad por decreto nomás porque alguien tuvo la fabulosa idea de inventar un día para que la humanidad festeje y sean felices.
En si, la humanidad no requiere de un día institucionalizado para sentirse feliz, si así fuera, andaríamos peor de lo que nos imaginamos, significaría que el resto de los días tendríamos que ser infelices.
Triste seria que solo un día al año se pudiera ser feliz, que se amaneciera un día con una gran sonrisa, al caer la noche comenzara a desaparecer y al dar las cero horas nuevamente llegara la desolación, la tristeza, la desesperación que duraría 364 largos días con sus respectivas noches.
En realidad la felicidad vive en cada persona, sacarla a flote es tarea propia, la felicidad es actitud, un estado de animo que por lo general se tiene cuando se logra una meta deseada, hay paz interior, armonía, un enfoque positivo de las cosas, en síntesis, es una condición interna de satisfacción y alegría que no estriba en que exista un día determinado para ser feliz.
Las personas perciben la felicidad de acuerdo a la satisfacción de sus interésese y necesidades, hay gente que no la encuentra porque no sabe valorar lo que tiene y siempre busca, o desea, lo que otras personas poseen.
Contrario a ello, hay personas que con casi nada andan con una sonrisa de oreja a oreja, la razón es que le dan el justo valor a las cosas, situaciones que a simple vista parecen sencillas pero que están cargadas de bondades.
Gente que deja pasar los momentos felices haciendo planes de lo que ellos creen les puede dar felicidad, por ejemplo, muchos hombres desean tener mujeres bellas, su felicidad la estriban en el sexo aunque este sea momentáneo o para satisfacer sus caprichos, también hay mujeres que desean un marido acaudalado, una gran casa, un coche nuevo, viajes, y pierden el tiempo haciendo la lista de supuestas prioridades, no se dan cuenta, en ocasiones, que los valores materiales no son la felicidad pero sino el valor humano.
Lo más triste es que muchas personas en ocasiones buscan obtener cosas, u otras personas, no porque eso les pueda dar felicidad sino porque no se quieren sentir inferiores, necesitan gritarle al mundo su superioridad, para alimentar el ego, lo grave es que si no logran lo que quieren viven frustrados y eso no es bueno porque se convierten en seres acomplejados, nada les satisface, son infelices por gusto.
La felicidad puede estar en lo más sencillo pero que reconforta el alma y da fuerzas para seguir luchando por lo que se desea alcanzar, aunque muchos no lo sabemos.
Momentos vividos en el día a día, una mirada, la sonrisa de un niño, la caricia amorosa, el saludo de un buen amigo, el darte cuenta que tienes amistades, familia, que te quieren y que tienes la capacidad de amar y sonreír, eso es felicidad y puede ser suficiente para estar contento, cumplir deseos puede ser efímero, las cosas materiales van y vienen, la paz interior, la tranquilidad del alma es la verdadera razón de ser feliz..
La felicidad es relativa, surge del ser consiente y el obrar adecuadamente en el transcurso de nuestras vidas, saber disfrutar cada etapa, cada momento, cierto, hoy en día no hay suficientes motivos para que la totalidad de la gente se pueda sentir feliz, pero siempre hay algo que puede arrancarle a la vida destellos de felicidad.
Realmente la felicidad no tiene una definición universal porque también hay quienes basan su felicidad en la belleza, la fama, el dinero, para otros es algo sentimental, la paz interior, la estabilidad emocional, pero en muchas ocasiones el comer, vestir, tener un techo, una cama donde dormir es causa de felicidad, el ver un nuevo día, valorar la vida misma es motivo más que suficiente para tratar de ser feliz, nosotros somos los que elegimos nuestro nivel de felicidad.
FRANCOIS VOLTAIRE, filosofo francés escribió que los seres humanos buscamos la felicidad pero sin saber dónde, igual que los borrachos buscan su casa sabiendo que tienen una aunque en ocasiones no logran llegar a ella.
Recuerde que el ser feliz está en usted, quizá la felicidad esta sentada a su lado solo necesita una sonrisa, un giño, una palabra suya para tenerla y ella no requiere de un día decretado para manifestarse.
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