Alistan la nueva “Ley Televisa”
Paso a paso y reunión a reunión, la televisora va revirtiendo los aspectos de la reforma de telecomunicaciones que la afectan. El cabildeo llegó al máximo nivel y los principales directivos de la empresa se reunieron con Enrique Peña Nieto para cobrarle el trato de privilegio que le dispensaron en la campaña electoral que finalmente lo llevó a la Presidencia. A días de que se presente la propuesta oficial de legislación secundaria, todo indica que los gigantes están logrando leyes cortadas a la medida.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El 2 de enero de 2014, en los terrenos privados de Emilio Azcárraga Jean y Bernardo Gómez ubicados en el municipio mexiquense de Valle de Bravo (por el rumbo de la exhacienda Casas Viejas), un invitado muy especial inauguró el campo de golf de los principales directivos de Televisa: nada menos que el presidente Enrique Peña Nieto, cuyo gusto por el golf está ampliamente documentado.
Pero el actual ocupante de Los Pinos no sólo fue a inaugurar los 18 hoyos del campo. También renovó el compromiso y las relaciones con la principal empresa de comunicaciones en México, la misma que lo llevó hasta la Presidencia de la República mediante un convenio millonario de spots y cobertura televisiva especial.
Las relaciones entre el primer mandatario y Televisa se enfriaron a raíz de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, aprobada el año pasado, y la tardanza en concretar los convenios de publicidad.
No obstante, desde el inicio de este año los principales espacios noticiosos de Televisa han privilegiado la versión oficial en los temas relacionados con Presidencia de la República, incluso en los casos más críticos como el conflicto en Michoacán.
En el encuentro en Valle de Bravo –comentan quienes se enteraron de la reunión– no sólo se renovó el buen trato sino que se cabildearon asuntos esenciales de la legislación secundaria en materia de telecomunicaciones, cuya iniciativa oficial se conocerá en los primeros días de febrero.
En especial cuatro temas generaron el disgusto de Televisa: el proceso de investigación iniciado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para declarar al grupo como “agente económico preponderante” y la posibilidad de que tenga que vender activos y eliminar la propiedad cruzada en varias empresas, especialmente de televisión restringida; el proyecto de licitación de las dos cadenas de televisión digital abierta, anunciado formalmente por el mismo instituto el 20 de diciembre de 2013 a través del Diario Oficial de la Federación; el avance del llamado “apagón analógico” dentro del programa de Televisión Digital Terrestre, y la instalación, antes de que concluya 2014, de una “red compartida de servicios de telecomunicaciones” en la banda de 700 Mhz, que la empresa de Azcárraga Jean percibe como una amenaza para su proyecto de triple play.
Estos temas, entre otros, fueron los reclamos de Televisa, que pidió que en las leyes secundarias de la reforma de telecomunicaciones sus intereses no fueran afectados. En especial, la empresa argumentó que la declaratoria de la compañía como “agente económico preponderante” puede desincentivar las inversiones que estaban programadas.