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Diodoro; Aguas Turbias

 

diodoro guerra rodriguez

 

 

Maremágnum

Mario Vargas Suárez

La lucha

 

Antes de iniciar el tema de hoy, dos tópicos: Por un lado, agradezco a los amigos, funcionarios, compañeros de trabajo, vecinos y familiares, las muestras de cariño y amistad que me dispensaron con motivo de mi onomástico.

A todos ustedes, mil gracias y esperamos seguir dando lata en este y otros espacios donde me propongo auxiliar en las reflexiones y análisis del contexto social donde nos ha tocado vivir.

Por otro, al igual que la burocracia, regreso a trabajar después de unas vacaciones anheladas y disfrutadas en compañía de mi esposa, que entre otras cosas dieron oportunidad de saludar y reconocer a los descendientes de la familia Suárez Aguilar, que nos reunimos en la casa de los abuelos en Mixquic DF. Gracias a todos.

Ahora sí, le comento que llamó mi atención la nota publicada en un rotativo de la capital del estado tamaulipeco, donde señala la inconformidad presentada al titular de educación, Dr. Diódoro Guerra Rodríguez, de un grupo de egresados de la escuela normal y el tema es sobre la entrega de plazas.

La nota periodística no señala cuál es la escuela normal de procedencia de los quejosos, solo el nombre de Daniel García aparece, en representación  de sus compañeros, al solicitar la entrega de plazas de los maestros jubilados en este ciclo escolar 2012-2013.

El análisis de la nota periodística, de entrada, me parece que el reclamo del joven Daniel García puede ser válido, desde el mismo momento en que el licenciado en educación demuestra que aprobó el examen.

El ‘pero’ se presenta sobre la información que este recién egresado presume tener cuando solicita al Dr. Guerra Rodríguez se entreguen las más de 500 plazas de los maestros jubilados en este ciclo escolar al mismo número de aprobados en el examen nacional de ingreso a los servicios educativos.

Se antoja preguntar ¿De dónde obtiene la información este muchacho sobre la existencia de estas plazas? El reportero asegura que el normalista recién egresado entregó la ‘evidencia’ de las jubilaciones.

Desde luego que no dudo de la veracidad de la nota y de los hechos, pero lo que pareciera inadmisible es la indiscreción de algún empleado de la SET que es capaz de traicionar a la dependencia. Pero bueno, ese es tema propio de la pertinencia.

También se me antoja pensar si este muchacho Daniel tiene razón en su reclamo, puesto que se supone el concurso fue para un determinado número de plazas de nueva creación y jamás se concursaron para otra cosa.

Es posible que dentro de la misma secretaria estén sucediendo cosas no muy claras y corresponde a los involucrados aclarar estas aguas turbias porque las banderas estudiantiles y en este caso de los egresados, pudieran servir a intereses muy específicos.

Recuérdese que en los hechos México y el mundo vivieron al final de los años cincuenta, durante los sesentas y setentas problemas estudiantiles que terminaron en masacres. No solo me refiero al México 1968 y al México 1971.

¿Es posible que las autoridades de educación federal hayan olvidado los conflictos que se generaron en México y el mundo por los estudiantes que aspiraban a una vida mejor? El detalle con estas movilizaciones de los normalistas parecieran traen ‘cola’.

Es cierto que el presidente Adolfo López Mateos (1958-1964) enfrentó los conflictos con los médicos, la lucha ferrocarrilera de Demetrio Vallejo y la del profesor Otón Salazar con su Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM)? El precio que se pagó fue caro.

El reclamo de los normalistas mexicanos en estados verdaderamente ‘broncos’ como Oaxaca, Michoacán y Guerrero, puede resultar altamente conflictivo porque las autoridades en su momento aceptaron un número elevado de normalistas para ingresar a una licenciatura que por años fue fuente de empleo y hoy hay sobreproducción de docentes.

Hasta el momento –después de ocho meses de una nueva administración presidencial- se ha escuchado mucho sobre la reforma educativa y la realidad es que solo se sabe de nombramientos. Me recuerda la fábula de Pedro y el Lobo.

Por otro lado, los recién egresados que reclaman una plaza docente en Tamaulipas no han tocado el tema de los empleados que teniendo plaza de maestros están comisionados en tareas administrativas, partidistas o en otras secretarías, al paso que van, no va a faltar quién les proporcione información de estas personas y al rato van a exigir esas plazas.

El conflicto no es sencillo, ya hay caricaturas que circulan satanizando a autoridades educativas sindicales.

Los afectados de no tener ‘plaza’ dijeron que ya cumplieron con el requisito de aprobar el examen, ahora le toca a la SET cumplir con el compromiso, aunque la secretaría bien pudiera argumentar que el número de plazas a concurso jamás se ocultó.

Comentarios: mario.vargas@starmedia.com

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