Política

Las campañas ya habían comenzado

Pasado mañana comienzan las campañas formales de los aspirantes a las diputaciones federales, pero desde hace meses venimos viendo mucha actividad informal.
Es un proceso electoral de vital importancia para el régimen reaccionario que encarna la autollamada 4T, porque está en juego la mayoría de la Cámara de Diputados que mediante sus legisladores y los de sus partidos aliados y satélites, Morenaquiere seguir contando, para que no haya oposición fuerte al Presidente López Obrador.
Digo que las campañas formales comenzarán el domingo, porque extraoficialmente ya podemos considerar el proselitismo de varios de quienes van a aparecer en las boletas desde hace tiempo.
Hay factores que refuerzan la afirmación de que a la autollamada 4T le preocupa lo que pueda suceder el 6 de junio. Hay una posibilidad de que pierda la mayoría, aún y con que va a tener a 7 partidos jugando en su lado de la cancha, de los 10 que tienen registro. Si Morena pierde la mayoría, se puede ir despidiendo de la posibilidad de profundizar y llevar a buen puerto las cosas que ha hecho el Presidente López en estos dos años.
No está de más recordar que el nuevo régimen -insisto, reaccionario-, tiene prisa por concretar la contrarreforma en el ámbito energético y aunque ha tenido obstáculos en el Poder Judicial, pretende retener la mayoría legislativa y de ser posible, ampliarla para seguir forzando la aprobación de sus ideas inspiradas en el pasado, para convertirlas en leyes que apuntalen su proyecto del México de los años 70, la época dorada del priísmo del que proviene y al que añora López Obrador.
Para los ciudadanos, las diferentes opciones que existen para votar por candidatos a las diputaciones federales
por los dos distritos de la zona sur no son desconocidas, pues la mayoría de los personajes que van a buscar el voto mayoritario tienen una trayectoria pública que la gente ha seguido.
Para la autollamada 4T, ganar es indispensable. Para lograrlo, va a recurrir a todo lo que esté a su alcance. De hecho, ya lo está haciendo.
Usar la campaña de vacunación contra el Covid es una de esas armas que Morena quiere aprovechar para ganar simpatías y votos. Es una estrategia confesada por ellos mismos, en corto, pero no tanto.
Los programas asistenciales como las becas a jóvenes que no estudian ni trabajan, el reciente anuncio que hizo el presidente López de que va a aumentar el monto de las pensiones para los adultos mayores e inclusive, la embestida jurídica y política contra opositores, forma parte del plan que desde los más altos círculos del poder se puso en marcha para tratar de consolidar el control presidencial en el país.
Para quien no se acuerde -muchos votantes menores de 30 años-, ése es el estilo que tenía el viejo PRI, al que tanto se critica en el actual régimen. Sin embargo, dado que la memoria selectiva puede confundirse con la amnesia a propósito, hay que recordarle a la gente que la mayor parte de quienes hoy se dicen militantes orgullosos y defensores de la autollamada 4T, hasta hace relativamente poco eran parte de esa figura amorfa que el presidente López ha descrito como el PRIAN. Es decir, mismo origen, mismos vicios, mismas prácticas.
Las campañas empiezan el primer minuto del domingo, pero muchos de quienes a partir de ese día buscarán ganar ya tienen
un buen tiempo trabajando, promoviéndose indirectamente para tratar de estar bien posicionados en la opinión pública.
El Presidente López Obrador sigue siendo una figura políticamente fuerte aunque ha ido perdiendo puntos en sus niveles de aprobación, en los índices de credibilidad y en la percepción de que está haciendo algunas cosas de manera que los ciudadanos consideran errónea.
Ese va a ser un reto enorme que los candidatos de Morena y sus partidos afines tienen que superar, pues no bastará con presentarles estrategias de marketing político novedosas o de manejar un discurso que apele a una modernidad que está lejos de ser un signo característico del nuevo régimen.
Convencer a la gente con argumentos, con hechos y demostrando que pueden llegar a ser diputados con criterio propio, independiente y comprometidos con lo que los ciudadanos quieren, no con lo que sus dirigentes partidistas o el Presidente les ordenen, va a ser fundamental para que puedan lograr su objetivo de ganar las elecciones el próximo 6 de junio.
Vamos a ver si son capaces de lograrlo.

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