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La maldición del PRIAN Cayo a plomo la economía de los Tamaulipecos. Por:Mauricio Fernández Díaz

Tamaulipas es un estado de clase social baja: INEGI

Ciudad Victoria.- Muchas son las cuentas risueñas que el gobernador ensalza para su gloria personal en actos públicos. Parques eólicos, inversión extranjera, incidencia delictiva, al oírlo pareciera que vivimos en Dinamarca. ¿Es que nadie responderá a estas falsas impresiones de riqueza? Sus lacayos, jamás, pero el INEGI ha llenado este silencio.

Desde el área de investigación del Instituto Nacional de Geografía e Informática ha llegado el estudio “Cuantificando la clase media en México 2010-2020”, publicado en este 2021.

En la introducción, el instituto advierte que el país nunca antes ha tenido una aproximación de campo para medir las clases sociales. Incluso reconoce que el incentivo para emprenderlo fue un debate público entre el politólogo Luis Rubio y el economista Luis de la Calle sobre si México era o no un país de clase media.

Como nadie se identifica de clase baja, se tenía la falsa idea de que todos éramos de la mediana burguesía, de que los pobres eran escasos o muy raros. Para justificar la reducción de programas sociales, los neoliberales se valieron de este engaño y hablaron de un México nuevo, moderno y emprendedor, que solo existía en sus discursos. Ni siquiera la alternancia cambió esta visión distorsionada: Fox y Calderón siguieron por la misma senda.

Luego de poner manos a la obra, el ensayo arrojó los siguientes resultados nacionales: el 1.2 por ciento de los hogares mexicanos es de clase alta; el 42.2 por ciento es de clase media y el 56.6 por ciento de los hogares es de clase baja. Con esto, la gran pregunta de qué país somos, socialmente hablando, ha quedado satisfecha.

El estudio ha fijado un tabulador de ingresos para caracterizar a cada grupo social. Según el INEGI, la clase alta tiene un ingreso mensual promedio de 77 mil 975 pesos; la clase media, de 22 mil 292 pesos, y la clase baja capta mensualmente de 11 mil 343 pesos en promedio.

En los centros urbanos, la clase media puede tener ingresos mensuales de hasta 48 mil 330 pesos. Aunque sea el doble de su promedio nacional, no le alcanza para subir al nivel superior.

Las variables aplicadas muestran claramente la desigualdad grave que hay entre mexicanos. Por ejemplo, la clase alta tiene un gasto mensual promedio de 8000 pesos en tarjetas de crédito; la clase media, de 426 pesos; y la clase baja, de 12 pesos.

Ahora examinemos los resultados de Tamaulipas en cuanto a la clase social a la que pertenecen sus hogares y sus porcentajes respectivos.

Tomemos como referente el promedio nacional. El país tiene 1.2 por ciento de hogares de clase alta. Tamaulipas presenta un 0.7 por ciento en este resultado.

De clase media, México tiene un promedio 42.2 por ciento de hogares. Tamaulipas está debajo de esa línea, con 39.5 por ciento de hogares de clase media.

Ahora, el país tiene 56.6 por ciento de hogares de clase baja. Tamaulipas cuenta con 59.8 por ciento de hogares de esta clase social, prácticamente el 60 por ciento.

No vamos a afirmar que estos índices negativos son consecuencia del manejo deficiente de la administración en manos de Cabeza de Vaca. Nuestra crítica no va en ese sentido. Buscamos, más bien, poner de manifiesto la falta de visión del panista para impulsar en Tamaulipas un verdadero desarrollo social, superar atrasos, ascender en todas las escalas: educativa, cultural y económica. Con él se han perdido seis años valiosos en la historia estatal. El otro aspecto a resaltar es el choque de la realidad contra el discurso triunfalista que penosamente anda dispersando por todos los rincones, la demagogia del progreso y la inversión privada, que en este caso no han incidido mucho en el crecimiento de las familias y sus condiciones de vida.

Cerraremos este comentario con otros datos interesantes contenidos en el informe. Queda demostrado lo que corre tanto en rumores y de manera informal: los más pudientes tienen los mejores empleos. En el índice de hogares con asalariados en el ámbito laboral, arroja que el 22.7 por ciento de la clase alta se emplea en puestos de gobierno, contra el 19.3 por ciento de la clase media y el 7.1 por ciento de la clase baja.

La clase media encuentra su principal fuente laboral en compañías y corporativos privados, con el 42.2 por ciento. Le siguen aquí la clase alta, con 41.8 por ciento, y después la baja, con 31.1 por ciento.

¿Negocio independiente, personal o familiar? Adivine quién es el más emprendedor; acertó: la clase baja, con 36.8 por ciento, seguido por la clase media, con 23.7 por ciento, y al final, la clase alta con 7.9 por ciento.

El estudio “Cuantificando la clase media en México 2010-2020” puede ser una herramienta de gran utilidad para los estados que cambiarán al poder ejecutivo en este año, como Tamaulipas. No estamos condenados a vivir con limitaciones y carencias ni sufrimos una maldición. Es un asunto de visión, de principios y, sobre todo, de voluntad política, todo lo que no vimos de 2016 a 2022.

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