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BALÓN FUERA DE CANCHA.

JUAN ANTONIO MONTOYA BÁEZ

Son dos mil migrantes acampando muy cerca del puente internacional de Matamoros, los cuales corren diversos peligros, primero la situación de insalubridad en la que viven, pero también son amenazados por el Covid-19.

También hay problemas económicos, pues deben mendigar para comer y en segundo muchos de ellos son víctimas de la inseguridad, viven con el temor de extorsiones o de caer en las garras de la delincuencia organizada.

La realidad en la que viven es caótica, pero las autoridades federales no hacen nada por remediarla y ahora el Instituto Nacional de Migración evade su responsabilidad y buscar una solución definitiva al problema.

El INM trato de reubicar a los miles de migrantes en un estadio de futbol, para lo cual instaló baños portátiles, carpas y  otro tipo de infraestructura, pero las instalaciones fueron clausuradas por la Coepris al considerar que no reunían las condiciones para albergarlos.

La realidad es la misma para los migrantes, sólo cambiaban de lugar, pero se mantenían las mismas condiciones de inseguridad e insalubridad para los migrantes que viven en condiciones que representan una bomba de tiempo y puede ser un potencial foco de infección y propagación del Coronavirus.

En el caso de migrantes urgen soluciones definitivas, no simples reacomodos, pues heredan la problemática a las autoridades estatales y municipales que hacen esfuerzos desesperados por atender sus necesidades, pero sin apoyos por parte de la Federación. No son un balón que pueden patear fuera de cancha.

El problema de los migrantes puede crecer, pues actualmente regresan por los puentes internacionales miles de migrantes por Nuevo Laredo, aunque sea bajo la vigilancia y supervisión de elementos de Sanidad Internacional que los revisa medicamente para confirmar que no tienen el virus.

Los migrantes regresan de los EU ante el riesgo de contraer la enfermedad en alguna  de las ciudades donde habitan, pues es el país donde mayor cantidad de casos y decesos se registran en el mundo.

También lo hacen por el hecho de que los paisanos en su mayoría forman parte de los 12 millones de desempleados en las últimas semanas por el Covid-19, además de que miles de ellos no cuentan con seguro médico, por lo que podrían potencializar la crisis hospitalaria que ya empieza a vivirse en el país.

En Nuevo Laredo, OMAR ENRIQUEZ, Director de Protección Civil y Bomberos analiza a los paisanos que ingresan al país, ya que se les revisa medicamente y aplica un cuestionario especial para determinar su temperatura y signos vitales.

“Ellos son los que deciden si los paisanos ingresan o no al país, y nosotros nos encargamos solo de vigilar el tránsito de ellos hasta las afueras de la ciudad, para que no vayan a tener un accidente”, explicó el funcionario.

La SRE solicita a los paisanos que no ingresen al país y mantienen un temor lógico de que muchos de ellos regresen contagiados y disparen los casos en el país.

Todo esto cuando el gobernador de Texas, GREG ABBOTT extendió la declaración de desastre para el Estado en respuesta al brote de coronavirus.

La declaración inicio el 13 de marzo, pero hasta se extendió hasta el 13 de mayo para frenar los casos de Covid-19 en todas las ciudades texanas.

En condiciones atípicas, Tampico conmemora el 197 aniversario  de su fundación, por lo que el alcalde CHUCHO NADER dijo que es tiempo de demostrar la entereza de un pueblo que sabe sobreponerse a los grandes desafíos que ha tenido en su historia.

Expresó.press.

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