Carmen Gabriela Ruiz Serrano, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, recomendó a las familias no ser “hipervigilantes” con los niños tras los sismos de septiembre y no ocultarles información al respecto.
La especialista argumentó que no se trata de ignorar lo que pasó, sino al contrario, que los adultos respondan a las preguntas de los menores, promuevan la expresión de sus emociones y los provean de contextos de seguridad.
Ruiz Serrano hizo énfasis en que el adulto tenga acciones de autocuidado y sea capaz de tranquilizarse, pues consideró que actitud impactará en los infantes y ellos, a su vez, tendrán más herramientas y habilidades para afrontar los efectos del suceso catastrófico.
En un comunicado de la UNAM se refiere a la postura de la organización Save the children, que dice que hay ciertas actitudes y acciones que pueden favorecer la expresión de los niños para procesar este tipo de eventos.
“Abrir la conversación con ellos, es decir, no ocultar, no pensar que no entienden, mantener la calma, hablarles de manera sencilla y sin rodeos, con un lenguaje claro, y propiciar que expongan su propia experiencia”, refiere la organización.
La académica extendió su recomendación al asegurar que es trascendental responder los cuestionamientos de los niños y explicarles que se trata de un fenómeno natural, en donde no interviene la voluntad del hombre y por lo tanto no se puede controlar.
Ruiz Serrano resaltó que también es adecuado aclararles que un sismo no es castigo divino, ni que ocurrió porque se portaron mal.
También aconsejó aceptar peticiones de los menores, por ejemplo, pedir que se duerman acompañados.
“Más adelante llegará la estabilidad, pero por el momento hay que entender las emociones que los invaden y hacerlos sentir que siempre estaremos con ellos”, señaló.
LA REDACCIÓN
