En el PAN se repite la historia del PRD
El Partido Acción Nacional vive en estos momentos una historia similar a la que vivió el PRD y que desembocó en su fractura y la formación de un nuevo partido, Morena.
Antes de la elección presidencial del 2012, era evidente que el control político del PRD lo tenía el grupo de los Chuchos, Jesús Ortega y Jesús Zambrano. Cada proceso interno, invariablemente lo ganaban, porque tejieron una red de intereses y complicidades y usaron el partido para favorecer a los suyos. Los dos Chuchos viven del partido. Han sido diputados federales por la vía puri, dirigentes nacionales del PRD y han tenido un sinfín de cargos administrativos.
Ante esa fuerza, se estrelló Andrés Manuel López Obrador, que aspiró a controlar al PRD, pero al no conseguirlo optó por crear a Morena, movimiento que creó antes de la elección del 2012, con la visión de que si ganaba la presidencia de la república, controlar al partido sería relativamente fácil, pero si perdía necesitaría un plan B y ahí entraba Morena, lo que finalmente sucedió.
Pues bien, Ricardo Anaya se convirtió en el “Chucho” del PAN y Felipe Calderón en el AMLO panista. Anaya controla al PAN mediante una serie de intereses y complicidades, ante el cual poco ha podido hacer Felipe Calderon. Ni siquiera pudo hacer diputada federal a Margarita Zavala, porque el grupo al que pertenecía Anaya, y que entonces encabezaba Gustavo Madero, no la dejo llegar.
Ricardo Anaya se ha dedicado a golpear y bloquear a todos sus adversarios, desde Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle, Ernesto Cordero, Javier Lozano y un largo etcétera. Y ante esa ofensiva hoy la señora Margarita Zavala analiza la opción de irse como candidata independiente.
Cuando Morena se desprendió del PRD, hubo quienes supusimos que el nuevo partido ayudaría a mejorar el posicionamiento de la izquierda. Las elecciones del 2015, 2016 y 2017, demostraron que el voto de la izquierda no se multiplicó. Sigue conservando su mismo porcentaje, solo que ahora se distribuye entre el PRD, PT y Morena, en tanto un porcentaje mínimo lo retiene el Movimiento Ciudadano que después del 2012 dejo de ostentarse como partido de izquierda y ahora se presenta como de centro democrático.
¿Podrá Margarita Zavala, en caso de que participe como independiente, mejorar el posicionamiento de la derecha mexicana? ¿O simplemente provocará que el voto de la derecha se disperse en las opciones que hay: PAN, Verde, MC y la independiente?
Eso lo dirá el tiempo. En cuanto a Anaya puede repetirse lo del PRD, que ante la fractura y formación de Morena, disminuyeron sus votos y hubo entidades como Tamaulipas donde se perdió el registro como partido estatal.
Anaya sigue teniendo mayoría en el PAN, pero una fractura como la que se prevé, necesariamente se reflejará en menos votos, en menos senadurías, en menos diputaciones, en menor capacidad de negociación con el gobierno federal. Ricardo Anaya cada día deja de ser menos atractivo para pactar acuerdos con él. Si algunos de sus correligionarios no lo quieren, ¿porque habrían de quererlo sus adversarios?
Raúl Hernández Moreno