Pedirle a un ser humano más de lo que sus condiciones físicas y mentales puede dar, es una verdadera afrenta, no hay motivos para pedirle de más a personas, que se sabe tienen acotadas sus fortalezas mentales y de visión política. Para que pedirle peras al olmo, reza el viejo refrán.
Y diría ¿por qué esa aseveración? Por una simple razón, los legisladores de Reynosa, arguyendo faltas a la moral, la política y los códigos municipales, promovieron la amonestación del congreso de Tamaulipas, en contra de la alcaldesa Maki Ortiz Domínguez, como si la ciudad, no tuviera problemas más graves y serios, que entablarse en una revancha política. La ciudad está ardiendo –y no es culpa de la alcaldesa- son delitos del fuero federal, el gobernador rompió el acuerdo de colaboración, con el gobierno federal, por otro nuevo, que aún no se sabe, y no opera para beneficio de los tamaulipecos.
Pero la debilidad de un estado, no solo se ve y se siente en las acciones cotidianas, no señor lector(a), esa debilidad se nota y se siente, cuando se trata de cumplir la ley, algunos argumentos señalan, regímenes de excepción, que dicho sea de paso, en la aplicación de la ley, no debería de existir ninguno, solo la pronta y expedita aplicación de la justicia. Pero eso no ocurre, y así el cambio prometido cada día se esfuma y se pierde en el laberinto del ejercicio del poder.
Amonestar a un alcalde, y sobre todo de la ciudad que más sufre en este momento, es patético, el líder congresal Carlos García González, debería de asumir el costo político y mediático de estas acciones, si no sabe controlar a los diputados de su bancada, mucho menos a los de otros partidos. Y es muy simple el líder controla a los panistas, salvo los representantes de Reynosa, esos hablan y se entienden directamente con el gobernador, haciendo aún lado al líder del congreso.
Pero las fanfarrias y cohetones, echados al aire, para festejar el cambio, están ya con la pólvora mojada, los últimos hechos ocurridos en Reynosa, han demostrado la debilidad del estado en cuestiones de seguridad, echarle la culpa a la federación, fue una arma potente al principio, que poco a poco, se ha ido diluyendo, porque se pueden echar culpas, pero también actuar, en dos líneas paralelas, y es precisamente eso, lo que en el estado no ocurre.
Los ciudadanos acudieron el 5 de junio a las urnas, ansiosos de un cambio, un cambio real y verdadero, ese que deje huella, de esos de los que la historia juzgue, de un antes y un después, pero nada de eso ha pasado, revanchas y repartición de culpas, ha sido la tónica, mientras tanto, ya van varias semanas de caos y zozobra en Reynosa.
Pero mientras en caos crece, los diputados locales de Reynosa, promueven amonestaciones en contra de la alcaldesa, haciendo un total ridículo, en momentos difíciles para la ciudad.
De aquello y lo demás…
En Matamoros, Jesús De la Garza, ha sido muy enfático en el tema de seguridad, si bien es cierto, que no se tapa el sol con un dedo, también es de reconocer, que en este periodo los índices delictivos han disminuido de manera radical.
Las acciones en materia de seguridad, entre la federación y municipio, le han dado a Matamoros la tranquilidad de estos últimos meses, los encuentros de Chuchin, con la esfera de seguridad federal, están a la vista, por consiguiente y a pesar de críticas, es Matamoros, la ciudad que más trabaja en el tema de seguridad ciudadana.
En otro orden de ideas, el alcalde de San Fernando, Pepe Ríos, impulsa el programa de “cultura en tu colonia” con diversas actividades, que tiene como objetivo el sano esparcimiento familiar.
Además de ello, para estas acciones, se involucraron a las instituciones educativas de nivel medio y superior, con el afán de participar y darle a la población eventos de alto nivel cultural.
P.D.: Antes que nada, mi respetos, saludos y felicitaciones para todas las madres de Tamaulipas y de México, hoy es su día, pásenla de los mejor, enhorabuena.
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