Mauricio Fernández Díaz
Fue algo histórico; en los anales del Gobierno de Tamaulipas no se tiene registrado el caso de que un Gobernador, atendiendo un reclamo social haya decidido dar marcha atrás y vetar una Ley que había sido enviada como iniciativa de reforma al código penal de Tamaulipas por el mismo Ejecutivo (Gobernador), siendo aprobada por el Legislativo (Congreso) y esperando solo ser publicada en el Periódico Oficial del Estado para entrar en vigor.
La reacción adversa e inmediata de unos pocos periodistas y portales digitales ante lo que consideraron una “Ley Mordaza” tuvieron un abrumador respaldo ciudadano y las redes sociales literalmente “ardieron” de nueva cuenta jugando un papel fundamental en la difusión masiva de los argumentos tanto a favor como en contra, generando una polémica que alcanzo a Organismos Internacionales defensores de la Libertad de expresión, que condenaron dicha ley a pesar de que la mayoría de los medios impresos en la capital y varios municipios publicaron con grandes titulares en primera plana las bondades de las reformas, argumentando que no violaban la libertad de expresión e iban encaminadas a combatir la delincuencia.
En redes sociales, la discusión se centró en el hecho de que las reformas abrían la puerta para que fuera restringida la libertad de expresión y diera impunidad a funcionarios de todos niveles.
Aunque el vocero oficial de Seguridad Pública Luis Alberto Rodriguez Juárez, el Presidente del Tribunal Superior de Justicia Horacio Ortìz Renan (https://sentido-comun.com.mx/2017/04/rechazan-sea-ley-mordaza/ ) y el Director Jurídico del Estado Abelardo Perales Meléndez salieron a defender las reformas aduciendo que no dañaban la libre expresión ni daban impunidad a funcionarios, Juristas de todo el estado fundamentaron con bases legales la inconstitucionalidad de tales reformas dando argumentos a periodistas y ciudadanía para exigir no fuera promulgada
Inclusive el Organismo Article 19, que es una Organización Internacional Independiente de Derechos Humanos que trabaja alrededor del mundo para proteger y promover el derecho a la libertad de expresión y toma su nombre del Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual garantiza la libertad de expresión emitió un comunicado en el que urgía al Gobernador a vetar la ley por considerarla lesiva a los derechos humanos, argumentando sólidamente en que fundaba su exhorto (https://sentido-comun.com.mx/2017/04/exige-article-19-al-gobernador-de-tamaulipas-vete-la-llamada-ley-mordaza/ ).
La opinión pública en redes sociales se dividió; una mayoría apostaban a que era un hecho la promulgación de la ley y una minoría que esperaba el veto del Gobernador para dar marcha atrás y no se promulgara, algo que se consideraba ingenuo e improbable dado que jamás se había vivido un caso así en Tamaulipas.
EL GOBERNADOR DA LA SORPRESA Y VETA LA LEY
Fue sin duda una agradable sorpresa para todos los tamaulipecos la decisión que tomo el Gobernador, quien a través de su cuenta en twitter y sin esperar llegar a Tamaulipas (se encontraba en pleno viaje de regreso) informó que no promulgaría la ley y la regresaría al Congreso para que se le hicieran lo “ajustes pertinentes” para garantizar la libertad de expresión.
Fue sin duda difícil para el Gobernador tomar un posicionamiento debido a que, por un lado eran muchos (incluyéndolo) los funcionarios de primer nivel que se involucraron al redactar, firmar, enviar, defender y aprobar las reformas, mismos que quedarían evidenciados como incompetentes o negligentes si el titular del Ejecutivo decidía vetar la ley ya aprobada y por el otro, ignorar el clamor popular que crecía como bola de nieve significaba prender la mecha de una incipiente rebelión en contra del Gobierno en momentos en los que la popularidad del mandatario se encuentra en franco descenso y de aprobarla quedaría ante los ojos de los tamaulipecos como insensible, intolerante y dictatorial.
Sin duda cuando dio a conocer su postura en contra de promulgar la ley, los funcionarios involucrados ya estaban avisados y resignados a recibir el escarnio público, pero conscientes de que no se podía sacrificar, en los primeros 6 meses de su administración el prestigio, popularidad y proyecto político del Gobernador.
Cabeza de Vaca marcó de nueva cuenta la historia política del estado, al escuchar al pueblo y dar marcha atrás mandando un mensaje de humildad y sensibilidad, de un Gobernante que no ha perdido contacto con el piso y prefiere aceptar un probable error antes de mandar un mensaje de soberbia y prepotencia.
Ahora, habrá que ver quienes pagarán esta enorme pifia que mantuvo durante aciagas horas al gobernador en la silla de los acusados, siendo el pueblo y periodistas sus fiscales y las redes sociales los vasos comunicantes entre El Gobierno, los medios y el pueblo.
