POLICIAS DE NOCHIXTLAN CONFIESAN HABER REALIZADO DISPAROS «EN DEFENSA PROPIA»
Policías federales lesionados en el enfrentamiento de Nochixtlán detallaron que los pobladores los agredieron con palos, cohetes, machetes y golpes, por lo que algunos sí accionaron sus armas, pues desde muy temprano, poco después de las 8 de la mañana, los manifestantes los recibieron también con balas al aire y entre ellos había encapuchados.
Al rendir sus testimonios ante los legisladores que integran la comisión de seguimiento al caso, los policías Luisa, Juan y José narraron que a dos de ellos los rociaron con gasolina porque intentaban lincharlos y quemarlos; sin embargo, fueron rescatados por los mismos pobladores y protegidos en la iglesia del pueblo y dos días después se les intercambió por 22 pobladores que la sección 22 eligió.
Para proteger su identidad, los policías utilizaron seudónimos en su testimonio ante senadores y fueron colocados de espaldas a las cámaras de los medios de comunicación.
Los agentes federales confirmaron que ingresaron a Nochixtlán con la instrucción de liberar la autopista, pero fueron sorprendidos y rebasados por la población, que era llamada por las campanas de la iglesia.
El legislador perredista Fidel Demédicis preguntó qué instrucciones tenían y qué armas llevaban, y si las accionaron.
“Las órdenes que habíamos recibido eran las de acudir al auxilio del personal de la policía estatal de Oaxaca, de la policía Ministerial, de la policía Bancaria e Industrial de Oaxaca y de la Policía Federal División de Gendarmería, acudir en apoyo ya que el operativo que se estaba llevando a cabo de liberar las vías de comunicación en ese tramo carretero la población los había superado en número y se requería mayores elementos”, respondió el policía José.
-¿Usted llevaba arma?, insistió Demédicis.
“Después de que se empezaron a recibir y a ver heridos por armas de fuego sí hubo una instrucción de que una pequeña parte del personal que acudiría llevara su equipo táctico”, agregó José, quien fue uno de los policías más golpeados, junto con Luisa.
Demédicis le reiteró la pregunta de si llevaba arma, a lo que el policía en silla de ruedas y vendado del brazo respondió:
“Yo llevaba, sí. Yo llevaba mi pistola 9 milímetros”.
-¿La accionó?
“La accioné, sí. La tuve que accionar”.
Luisa dijo que ellos no iban armados, sino que llevaban equipo antimotín, con escudo, peto, espinilleras, musleras y casco.
“Nada más y el gas lacrimógeno, que era muy poco para la gente que llegó y nadie nos dio la orden, preguntamos cuando ya estaba Gendarmería conteniendo y ya no había gas y todos nos retiramos en ese momento”, dijo.
Fuente: Milenio