Nos tardamos 40 años: Enrique Rivas
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Raúl Hernández Moreno
Junio 09
“Nos tardamos cuarenta años para llegar, pero llegamos” dijo Enrique Rivas Cuéllar, en su discurso después de haber recibido la constancia que lo acredita como presidente municipal electo de Nuevo Laredo.
Hace cuatro décadas, en 1977, su padre, el periodista Enrique Rivas Ornelas, era diputado local por el PARM y sonaba como el candidato natural a la presidencia municipal, pero la suerte le favoreció al empresario Lauro Luis Longoria.
A eso se refería Enrique Rivas hijo.
La anécdota cobra vigencia no solo porque Rivas Cuéllar llega a la presidencia, sino también porque en 1977 la presidencia municipal de Nuevo Laredo era gobernada por el PARM y el PRI postuló a Héctor Canales Escamilla como su candidato a presidente y recobró el gobierno para el tricolor.
Cuatro décadas después, Nuevo Laredo es gobernada por el PAN y el PRI postuló al hijo de Héctor Canales Escamilla con la intención de recuperar el gobierno para el tricolor, pero no se repitió la historia de hace 39 años.
Nos da gusto que Enrique Rivas padre vea reflejado en su hijo, aquella ilusión de querer ser alcalde de Nuevo Laredo. Es un triunfo suyo, un triunfo de su sangre, de su querencia. La vida le permitió ser testigo de ese hecho histórico.
En su discurso como alcalde electo, Rivas Cuéllar trató varios puntos importantes.
Ofrece un gobierno incluyente, ofreció que en su administración los espacios se distribuyan en un 50 por ciento para mujeres y hombres y se comprometió a emplear a discapacitados en labores que su estado físico les permita realizar.
Hasta ahora Nuevo Laredo ha tenido mujeres al frente de la presidencia municipal, en Obras Públicas, en Desarrollo Social, Comapa, Educación, de un partido, el PRI. Sería interesante que pronto haya mujeres al frente de la Tesorería, de la Contraloría, la Secretaría del Ayuntamiento, Protección Civil, del propio PAN.
En cuanto a los discapacitados, hasta ahora son más un discurso que una realidad. Hasta la entrega de cartones para facilitar el acceso a los estacionamientos se presta a abusos, porque aunque el enfermo no viaje en el vehículo, sus familiares aprovechan el cartón para estacionarse en los lugares reservados.
Enrique Rivas llega a la presidencia con enormes expectativas ciudadanas. El hecho de que la próxima elección sea en dos años y que la ley le permite buscar la reelección, puede ser un aliciente para que realice un trabajo ejemplar al frente del gobierno municipal.
Recursos hay para lucirse, solo se requiere voluntad para lograrlo.
Nuevo Laredo merece ser la ciudad moderna de la que se viene hablando desde hace muchos años, pero seguimos siendo un pueblo grandote. Ni modo, la realidad desmiente los discursos.