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El Madrazo

13 abril de 2016
Columna
Jaime Hernández

La vida tiene sorpresas que hacen reflexionar. Del presente régimen que es bueno, habrá que pasar a uno mejor, en el cual se acentúen los aciertos y se corrijan los errores que arrastramos. Esto es algo que se deberá hacer, porque los ciudadanos de la época del PRI anterior, ya tenemos experiencia de lo sufrido, y no queremos agua del mismo molino: hoy, si se quiere permanecer en el poder, se necesita de un cambio con resultados tangibles, El presidente electo necesitará mostrar, entre otras cualidades, una que es excelentísima: saber-dejarse-decir las cosas, condición imprescindible para dar continuidad a lo positivo del régimen que está por terminar y eliminar lo que en el país no va, y aplicar nuevas iniciativas para solucionar problemas que ya existen o que vendrán, Es frecuente que en la vida política, el que está llamado a asumir una responsabilidad pública, es a menudo lanzado a la acción sin que las circunstancias le permitan una larga experiencia y preparación completa. Pero el que las cosas sucedan así, es la oportunidad para crecerse ante las dificultades y mejorar el afán de superación, Esto es cierto, en la medida que los puestos ocupados son de mayor importancia. Conforme crece la responsabilidad y la dependencia de un cargo, quien quede al frente, necesitará determinadas cualidades que no pueden improvisarse, ni mucho menos ser disimuladas ni suplantadas. No hablamos ahora de sí es mejor un político-administrativo, un político-ideólogo, un político-conciliador o uno que posea un gran carisma para atraer hacia sí a las multitudes, Nos referimos a la cualidad por la cual un líder es auténtico, es decir: que sea prudente, que sepa agotar la verdad y poner los medios, La historia refiere casos de seudolíderes que han iniciado su gestión en circunstancias bastantes adversas para alcanzar el ideal político-social que se proponían, y resulta que al término de su mandato han dejado al país en peores condiciones de cómo lo encontraron. Aplicaron remedios peores que la enfermedad. Si tomaron las riendas de un país cuando padecía fiebre, luego la entregan con cáncer, Quizá la primera cualidad del líder consista en un apasionado amor por la verdad, como requisito para identificar el problema, y entonces, situarse en condiciones de resolver el cómo. Y una buena dosis de valentía, para llamar a las cosas por su nombre. No parece acertado, actuar llevado por el subconsciente y después pensar en las razones de la acción, Sería un desorden tratar de solucionar un problema, sin antes plantearse y llegar al conocimiento objetivo: ¿qué es? ¿de qué se trata? La sincera y adecuada respuesta a esta cuestión, arroja luz para elegir los medios con acierto, Afrontar la verdad es tal vez el primer rasgo de valentía que exigimos de un líder. Saber manejar la realidad de acuerdo al interés del bien común, es otra característica no menos importante que la anterior, La huida o falseamiento de situaciones, y el miedo a saber que uno pudo permanecer equivocado durante poco o mucho tiempo, pueden incapacitar -si no se reacciona con rapidez- el pedir consejo, es decir ese necesarísimo saber-dejarse-decir las cosas, La arrogancia, el orgullo, la soberbia y la vanidad son los peores enemigos, que si no se combaten en cuanto aparecen los primeros síntomas, pueden anular al líder, corrompiendo su juicio mental y torciendo su voluntad. Escribió Agatha Christie que “cuando no hay humildad, las personas se degradan, Somos muchos, los que estamos convencidos, de que la prueba de oro de un hombre de valía es la humildad, que no quiere decir apocamiento sino permanecer en la verdad, aunque agotar esta pueda conllevar el mayor de los sacrificios, Es profundamente comunicativo y no tiene miedo a descubrir que los demás opinen diferente que él; aprecia la pluralidad de opiniones como aportaciones que pueden arrojar más luz sobre algún problema, y asume las decisiones, no por quién lo ha dicho sino tomando en cuenta lo que está bien, según su conciencia, porque es lo que conviene, esta es la realidad de los que encabezan los edificios presidenciales en todo el país, bueno es todo por el día de hoy y recuerden que dios les dará el doble de lo que piden para este humilde empleado de la pluma hasta la próxima.

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