Ciudad de México, a 7 de abril de 2016.
No. 1276
La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad, con 413 votos, reformas a la Ley Agraria para actualizar el nombre de la Secretaría de la Reforma Agraria por el de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), a fin de que este órgano de la administración pública tenga la certeza jurídica para desempeñar sus atribuciones, facultades y obligaciones.
El dictamen refiere que con las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal publicadas en 2013, se modificó el nombre y facultades de la Secretaría de la Reforma Agraria para ser Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Se le asignaron facultades relativas al desarrollo urbano, agrario y de vivienda realizada, así como el despacho de la planeación y el ordenamiento del territorio nacional.
Por ello, continúa, es necesario otorgar certeza jurídica y realizar la actualización de diversas disposiciones normativas al establecer la congruencia y consistencia del marco jurídico aplicable a esa secretaría de Estado, a fin de garantizar el desarrollo integro en materia agraria.
Las reformas a los artículos 7, 94, 132, 134, 143, 148, 160 y 161, se remitieron al Senado de la República para sus efectos constitucionales.
Al fundamentar el dictamen, el diputado Óscar García Barrón (PRI), a nombre de los integrantes de la Comisión de Reforma Agraria, expresó su compromiso para elaborar un marco legal agrario armonizado y encaminado responsablemente a entregar resultados tangibles. El propósito es lograr un campo competitivo, productivo, rentable y que dé certeza jurídica a la tenencia de la tierra.
Refirió que 3.5 millones de productores laboran la parcela y el uso común en 32 mil 15 unidades de producción, que representan el 51 por ciento de la superficie del territorio nacional.
Además, el 70 por ciento del agua que se consume se cosecha en el suelo ejidal y comunal, y el ejido y la comunidad son el espacio donde la gente del medio rural produce los alimentos, a través de la actividad ganadera y agrícola.
Resaltó que el ejido y la comunidad en México han sido, a través del tiempo, contraste de riqueza, abundancia, pero también de pobreza y marginación. Se pronunció por proporcionar al campo mexicano las políticas públicas que potencialicen sus riquezas naturales.
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