México, uno de los más expuestos al cambio climático; medidas como el Hoy no Circula no resolverán contingencia ambiental
Ciudad de México, a 1 de abril de 2016.
No. 1235
· Necesario generar sustentabilidad y bienestar en calidad de vida de los habitantes; opinaron investigadores y expertos
· Se presentó en San Lázaro “Modelo Mexicano de Beneficios Compartidos”; ayudará a cumplir metas de energías renovables
México y países de Centroamérica son los más expuestos al cambio climático; medidas como el Hoy no Circula no resolverán la contingencia ambiental, pues se requieren consensos entre Estado, empresas y ciudadanía, a fin de generar sustentabilidad y bienestar en la calidad de vida de los habitantes, donde las energías renovables juegan un papel crucial.
En estos términos se refirió la investigadora y académica del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Úrsula Oswald, durante la presentación del “Modelo Mexicano de Beneficios Compartidos en Energías Limpias”, a la que asistió la presidenta de la Comisión de Energía, diputada Georgina Trujillo Zentella.
La investigadora Úrsula Oswald, destacó que México y países de Centroamérica ocupan la zona más expuesta al cambio climático, ya que al estar situados entre dos mares generan un enorme calentamiento que ocasionará desastres naturales, por lo que se requiere una población con mejores condiciones financieras en energías renovables.
En cuanto al transporte, resaltó, no se resolverá el problema de la contingencia ambiental “quitando carros”, se requiere mejorar el trasporte y cambiar a nuevos elementos energéticos, que nos lleve a una transición sustentable donde tendríamos por un lado mitigación, readaptación y desarrollo y por otro ciencia, tecnología y finanzas, a fin de resolver proyectos de desarrollo ambiental.
La Reforma Energética no consideró la sustentabilidad, ni el bienestar real del ciudadano. “El gobierno no negoció esta reforma con los ciudadanos tomando en cuenta sus intereses, sino fue un pacto entre los partidos dominantes, entonces ¿qué legitimidad obtuvimos de este proceso?”, cuestionó.
La presidenta de esta instancia legislativa, diputada Georgina Trujillo Zentella, comentó que México tiene “una gran ventana de oportunidades” y eventos como este ayudarán a difundir la mejora al medio ambiente y a la salud, así como a brindar la oportunidad de fortalecer los resultados de la Reforma Energética.
Mencionó que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) consideró que dicha reforma podría aportar hasta el 0.3 por ciento adicional al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) anual de México; en tanto, el conjunto de reformas en esta administración podrían representar hasta 2 por ciento más de crecimiento.
Aunado a la Reforma Energética, continuó, este Congreso aprobó en las leyes secundarias el uso de instrumentos como las evacuaciones de impacto social y la reglamentación de los procesos administrativos y judiciales para la resolución de diferencias entre empresas productivas del Estado, privadas y los sujetos de derecho agrario.
Sin embargo, acotó, la historia nos ha mostrado que los mercados dependen no sólo de leyes, sino de confianza entre los que participan en ellos.
Para crear un nuevo mercado es prioritario construir esa confianza y “el Estado lo logra al establecer reglas claras y ordenadas como se hizo en el inicio del mercado mayorista de corto plazo de energía eléctrica”, el cual, dijo, mostró que México tiene un gran potencial para el desarrollo de proyectos de energías renovables competitivas.
Todo ello se suma a una tendencia mucho más amplia de inversión para la modernización del sector eléctrico, añadió.
“Ahora toca a todos los sectores involucrados en el aprovechamiento de los recursos naturales construir los pilares del entendimiento entre comunidades y empresas públicas y privadas y, de este entendimiento, generar una visión compartida hacia el futuro local, regional y nacional hacia un desarrollo energético fructífero”, apuntó.
La legisladora federal por Tabasco destacó que en el tránsito de las instituciones del siglo XX a las del XXI se mantiene un mismo propósito: “garantizar el cumplimiento de una agenda cada vez más amplia en derechos humanos, así como ofrecer mayores oportunidades para el desarrollo económico y social de los mexicanos”.
El presidente del Consejo Consultivo de la Fundación para el Desarrollo Sustentable, Hilario Valenzuela Robles, explicó que el Modelo Mexicano de Beneficios Compartidos ayudará a cumplir metas de participación de las energías renovables establecidas en los programas del sector energético, al dotar de una visión social integrada y atraer inversiones que beneficien a las comunidades menos desarrolladas.
El proyecto surgió del trabajo de organizaciones de la sociedad civil con el apoyo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Fondo de Prosperidad de la Embajada Británica en México, cuyo objetivo es brindar herramientas metodológicas, económicas y sociales para asegurar que los impactos de las inversiones para el aprovechamiento sustentable de las fuentes renovables de energía tengan un efecto positivo en el desarrollo local.
“Desmenuza la parte técnica de proyectos acerca del empleo, impacto en el desarrollo humano, producción y lo que tenemos qué hacer para que se cumpla, ya que entidades como Tabasco, que han dejado miles de millones de dólares al país, tienen comunidades que aún padecen deficiencias en su desarrollo”, enfatizó.
Dicho modelo, continuó, es un instrumento de análisis económico-financiero y social para fortalecer la toma de decisiones respecto de las aportaciones al desarrollo sustentable de las inversiones que, al mismo tiempo, le permite a los grupos de interés contar con elementos para un diálogo basado en el respeto integral a los derechos humanos.
La oficial de Políticas y Proyectos de la Embajada Británica en México, Nayeli Mayorga Acosta, expresó que el modelo servirá para continuar el fortalecimiento de los lazos entre México y Reino Unido en el tema de energía.
De la Universidad Iberoamericana de Puebla, la investigadora María Eugenia Ibarrarán, precisó que al combinar las políticas referidas al sector eléctrico con energías renovables, se estima que para el 2035 México podría obtener un crecimiento del 4 por ciento del PIB, “más que lo que crecería en el escenario tendencial”.
“La inversión crecería, al igual que los recursos del gobierno, donde los más beneficiados serían los sectores más pobres”, detalló.
Modelos como este, permiten ver los costos y beneficios que imponen las políticas en la materia, ya que los cambios que se hagan en el sector eléctrico no implicarán sólo a este, sino a toda la economía el país.
— ooOoo —