Reflexionar sobre cuidado del agua ante impacto del cambio climático
Ciudad de México, a 1 de abril de 2016.
No. 1236
· Todos los sectores deben construir la nueva Ley General de Aguas, para garantizar suministro y acceso al líquido: De los Santos Torres
La vicepresidenta de la Mesa Directiva, diputada Daniela de los Santos Torres (PVEM), sostuvo que en México se tiene que crear conciencia y reflexionar en el cuidado del agua frente al impacto potencial del cambio climático,para trazar estrategias de adaptación que reduzcan la vulnerabilidad por los efectos de la variación meteorológica actual.
De los Santos Torres, a nombre del presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano Grijalva, inauguró el foro “Retos y oportunidades del sector hídrico en México frente al cambio climático”, organizado por las comisiones de Agua Potable y Saneamiento, y de Cambio Climático, que presiden los legisladores, Ignacio Pichado Lechuga (PRI) y Ángeles Rodríguez Aguirre (PAN), respectivamente.
La vicepresidenta sostuvo que el país ha decidido tomar decisiones y medidas necesarias para adaptar el sector hídrico al fenómeno climático, además de atender el mandato del artículo 4º constitucional, a fin de expedir la Ley General de Aguas, que “deberá garantizar el derecho humano a este recurso en calidad y cantidad suficientes”.
Destacó que el agua es un elemento vital en la sostenibilidad del medio ambiente, por lo que es indispensable resaltar su función y analizar el rumbo que deben tomar las políticas públicas hídricas frente al cambio climático, cuyo impacto en el sector hídrico es transcendente, ya que el agua es el principal medio que afectará a la población y al planeta.
Este proceso de adaptación debe integrar de manera coherente y efectiva la prestación de los servicios de agua y saneamiento; la eficiencia en los sistemas de riego y la producción de alimentos; la generación de energía hidroeléctrica, el ordenamiento territorial, la protección de ecosistemas y la biodiversidad, así como medidas de protección a las amenazas asociadas a los fenómenos hidrometeorológicos extremos.
El diputado Ignacio Pichardo Lechuga destacó la importancia de escuchar las experiencias de diversos sectores, para conocer lo que está bien e identificar lo que se requiere hacer en el manejo del sector hídrico, con el objeto de enriquecer la discusión y el análisis, a fin de diseñar la nueva Ley General de Aguas y cumplir ese reto.
“El país, por su geografía, resiente estrés hídrico permanente. Agregando los efectos del cambio climático, la situación y el escenario mexicano requiere de mucho trabajo y el concurso de todos”, aseveró.
Resaltó que todos los sectores deben construir este nuevo ordenamiento jurídico para dar viabilidad al mandato constitucional que concibe el suministro y acceso a este elemento como un derecho humano.
La diputada Ángeles Rodríguez Aguirre indicó que, en el marco del Día Nacional e Internacional del Agua, que se conmemoró el pasado 22 de marzo, adquiere especial relevancia la vinculación entre el agua y el cambio climático, porque su impacto en el planeta puede ocasionar un “estrés hídrico”, reduciendo el recurso en todo el mundo, y provocar desastres naturales como sequías, con la consecuente reducción en la producción de alimentos.
Al referir que la Constitución otorga el derecho humano al agua, la legisladora convocó a reflexionar para sentar las bases e incentivar una nueva Ley General de Aguas.
Cambiar modelo de gestión del sector hídrico
Durante la primera conferencia magistral, Ramón Aguirre Díaz, presidente del Comité Directivo de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS), urgió a cambiar el modelo de gestión del sector hídrico, que incluye el sistema de abasto y saneamiento, porque en 33 años de vigencia, “no funciona y tiene muchas deficiencias; lo peor es que no se ve el camino para resolverlo”.
El reto es reformar el marco legal que regula este elemento, considerarlo oportunidad para reenfocar la estrategia con un andamiaje jurídico integral, debido a que la problemática del agua es muy delicada, y México ocupa el primer lugar a nivel mundial como consumidor de agua embotellada.
Debe alentarse calidad y cantidad suficientes para garantizar que del grifo, los consumidores puedan tomar directamente el líquido confiando que es óptimo para ingerirla, y evitar que la población económicamente más vulnerable pague un alto costo por el recurso, como sucede en la actualidad.
Llamó a “tomar con seriedad el tema del agua y reflexionar”. Además, identificar un modelo estatal que funciona y resuelve los problemas de abasto y saneamiento para ponerlo en práctica y adaptarlo a nivel nacional.
Una decisión de este tipo no significa mediocridad, “el problema del agua en México es tan serio que se debe garantizar que dé resultados. No podemos equivocarnos, debe copiarse el esquema que haya demostrado mejores resultados”, subrayó.
De no hacer los cambios jurídicos y de gestión en el sector con una visión de largo plazo, el sistema hídrico nacional se va a colapsar, afectando principalmente a las ciudades, ya que existen muchos problemas resueltos, como la pérdida del 41 por ciento del recurso a causa de fugas y la sobreexplotación de acuíferos, señaló.
Urge visión de largo plazo y sólo ajustes sexenales
En la segunda conferencia magistral, José Luis Luege Tamargo, presidente de Ciudad Posible, aseveró que el sector hídrico requiere una solución real sin posiciones partidistas ni dogmáticas, encontrar nuevas estrategias con enfoque diferente que atiendan el abasto y el saneamiento del líquido, y resguardar el derecho humano al agua.
Propuso que la nueva Ley General de Aguas incluya la Agenda del Agua 20-30, ya que el manejo hídrico necesita una visión de largo plazo y sólo ajustarse cada sexenio, además, del tema ecológico con un enfoque transversal. “El tema del agua, su manejo e infraestructura son asunto de seguridad nacional”, afirmó.
Los efectos del cambio climático en México significa una mayor presión hídrica: mayor demanda por el crecimiento de la población y menor cantidad de agua por las recurrentes sequías, así como el impacto de las altas temperaturas que inhiben las lluvias.
Se suma la sobreexplotación de 101 acuíferos, de los cuales 69 están al límite de su aprovechamiento; “seguir con esta tendencia es una equivocación total, porque está fuera de toda sustentabilidad”, indicó.
Ante el panorama del cambio climático, destacó la importancia de que la ciudadanía participe en la distribución del recurso, ya que es vital establecer programas efectivos, y sin el concurso de la población, cualquier esfuerzo que se haga tendrá un alto riesgo de no funcionar, porque se requiere tomar conciencia para optimizar el uso del líquido.
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