La reforma política pendiente
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Raúl Hernández Moreno
Diciembre 21
Temas como la reelección presidencial, la segunda vuelta y el fuero forman parte de la reforma electoral que está pendiente en nuestro país.
La empresa Mitofsky acaba de dar a conocer los resultados de un ejercicio en el que le preguntó a los encuestados sobre esos temas y las respuestas confirman que los fantasmas del pasado se empiezan a disipar y que las reformas podrían darse en unos cuantos años más.
Así, en el tema sobre la reelección del Presidente de la República, el 53.4 de los encuestados dice estar en contra, contra un 39.8 que está a favor y el resto no sabe, o le es indiferente.
En la década de los años ochenta, del siglo XIX, Porfirio Díaz enarboló la bandera de la no reelección para encauzar el disgusto de los mexicanos por los cuatro períodos presidenciales de Benito Juárez.
La bandera de la reelección volvió a ser enarbolada por Francisco I Madero en 1908 y después se tomó como bandera en la guerra civil. En 1928, con el asesinato de Alvaro Obregón, finalmente el tema quedó sepultado, lo que no impidió a Carlos Salinas explorarlo, para después desecharlo.
Sobre el tema de la segunda vuelta, Mitofsky reporta que el 46.9 por ciento está a favor de que prevalezca el actual sistema de elección de funcionarios en el que gana el que obtenga la mayoría de votos, por mínima que sea su ventaja, contra un 41.9 que está a favor de la segunda vuelta, lo que daría una mayor legitimidad a los procesos.
Seamos realistas, en México no ha nacido aún un personaje que sea capaz de sacar a votar al 90 por ciento de los votantes y que además de ese 90 acapare más del 90 por ciento de los votos emitidos.
Lo hemos visto varias veces en Nuevo Laredo con personajes como Horacio Garza, Ramón Garza, Benjamín Galván y Carlos Canturosas, capaces de ganar con una ventaja de hasta 3 a 1, pero con menos del 50 por ciento del total de los electores inscritos. Es decir, son populares, pero dentro del segmento de los que votan.
Una segunda vuelta permitiría una mayor legitimidad para el ganador.
Sobre el fuero, un 64.4 por ciento está a favor de que se les quite a los funcionarios de elección y un 24 porque permanezca y sobre la idea de reducir el número de curules en el Congreso de la Unión, un 75.6 por ciento está a favor y un 10.2 de que permanezca como esta y un 4.1 de que suba el número de espacios.
El fuero es un tema controversial porque se presta para la impunidad y se seguirá prestando aún cuando eventualmente se elimine el fuero. ¿Se imagina a un policía arrestando al Presidente de la República o a un Gobernador, por la comisión de algún delito? Hasta ahora solo lo hemos visto en las películas y no en las mexicanas, sino en las estadounidenses.
Cuando se logre desterrar la impunidad en México, con fuero o sin fueron caerán los funcionarios corruptos, pero también los grandes empresarios, los grandes diplomáticos, los grandes artistas y los grandes capos de capos, porque aunque ellos no tienen fuero, actúan como si lo tuvieran.