CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Perdón por el inicio tan brusco pero mientras se adentre en el texto poco a poco descubrirá que nos quedamos cortos.
Estado de México, en lo más pobre de una colonia irregular se mueve Pamela Lizeth Hernández Viviano, tiene 11 años y es una alumna de 10, cuando no lo logra esa calificación es porque sus maestros le bajan puntos por no llevar tenis o el uniforme adecuado, a ella las autoridades no la ven, ni la escuchan, no se hace merecedora de una beca porque no tiene un domicilio que comprobar, tampoco tiene acceso a Progesa ni nada por el estilo, el motivo es el mismo, su mamá es ama de casa que se dedica a recolectar pan, frutas y verduras en mal estado para venderlas como alimentos para animales, su papá hace de los botes, aluminio, cobre y otras cosas el negocio para sobrevivir.
Cuenta la niña, en un reportaje que publica la BBC de Londres, Inglaterra, que ella, su madre y su padre, construyeron una casa a partir de láminas, cartón, madera que fueron recolectando en las calles ya que de su anterior domicilio los echaron, les menciona que quiere ser aeromoza “porque le gustaría viajar por todo el mundo”, pero que su objetivo final es poder trabajar en el campo de las ciencias para contribuir a que en el país “ya no haya familias, ni niños, como la de ella, que se quieren mucho pero que no tienen una casa donde vivir”.
Ante el abandono del gobierno y de instituciones nacionales que no quisieron ver su talento, sus dieces, y su esfuerzo por hacer tareas y ser mejor, fue esta gran empresa inglesa la que vio a Pamela, la descubrió prácticamente entre la basura, revisó sus calificaciones y la consideró merecedora de entrar a un proyecto que tienen denominado, en español, Cinco Vidas que el Mundo Quiere Cambiar, donde además hay otros cuatro niños de distintos países.
Hoy el futuro de Pamela pinta excelente, si se aplica será una profesionista con estudios en escuelas a las que jamás pensó tener acceso, también será triunfadora, exitosa, y si Dios le ayuda, podrá dedicarse a las ciencias para hacer mejor a este México, o por lo menos, ser una aeromoza que pueda viajar por todo el mundo y llegue a tener su casa propia.
Por supuesto, la BBC es una empresa dedicada a la comunicación, es seria, detalla que Pemela puede ser un caso entre millones que pueden estar en sus mismas condiciones en México, y luego, en base a entrevistas y análisis de datos explica la pobreza en este país.
Tiene, en su mismo espacio, en notas relacionadas, un reportaje sobre la inexplicable pobreza en México y otro denominado, “Los cuatro hombres más ricos de México”, en el ´primero son cifras que ya conocemos, informa que aumenta pobreza en dos años, del 2012 al 2014, del 45.5 por ciento al 46.2 por ciento, lo que significa que 55.3 millones de personas tienen carencias, son pobres, y que de los más de 120 millones de mexicanos solo 24 millones de personas no son pobres ni vulnerables.
La razón la explica con voz de economistas expertos, se debe al reducido crecimiento y la desigualdad en la distribución de la riqueza.
Es a este último tema al que le dedica un reportaje sobre los hombres más ricos, entrevista al titular de la investigación “Desigualdad extrema en México”, de nombre Gerardo Esquivel, que es parte del Centro de Estudios Económicos de México y quien habla de los cuatro hombres más ricos, de hecho así inicia su reportaje la BBC.
“Uno era dependiente en la mercería de su familia, otro heredó una pequeña empresa constructora, uno más era gerente en una sucursal bancaria, el otro vendía televisores y neveras en la mueblería familiar”. Son Carlos Slim, Germán Larrea, Alberto Bailléres y Ricardo Salinas Pliego, en ese orden, y son los dueños del 9 por ciento del producto interno bruto del país, de la quinta parte de nuestra riqueza y eso sucede mientras23 millones de personas no alcanzan a comprar los alimentos de su canasta básica
Lo explica, Carlos Slim su fortuna es de 71 mil 100 millones de dólares, dueño de la telefonía móvil, ahora constructor y propietario de medios y ya le entró ya al negocio petrolero, su inicio en la vida empresarial, “ayudaba en la mercería de su familia”.
Germán Larrea, el segundo hombre más rico de México, 15 mil 700 millones de dólares de fortuna, se le conoce como el millonario misterioso, porque poco se conoce de su trayectoria empresarial, es dueño de las Mineras Grupo México, no pagan impuestos, también dueño de cadenas de cine, constructoras, y ferrocarril, su dinero nació de “una pequeña empresa constructora”.
Alberto Bailléres, 12 mil 400 millones de dólares de fortuna, también dedicado a la minería, tiendas de ropa, e igual ya creó una empresa petrolera y planea explotar los hidrocarburos, siempre tuvo dinero, pero su dinero personal inicio siendo gerente de una sucursal bancaria
Ricardo Salinas Pliego, 8 mil millones de dólares en fortuna, dueño de TV Azteca, Banco Azteca, Elektra, y equipos de fútbol, vendía neveras y televisores antes de ser supermillonario, en la empresa de su familia Salinas y Rocha
El caso es que estos cuatro manejan el 20 por ciento del país, unidos a 10 familias más son dueños del 64 por ciento de la riqueza de todo México, y si, todos hicieron su fortuna al amparo de empresas protegidas por el gobierno.
Así nos ven en el extranjero, así estamos, indudablemente la razón es la corrupción, la impunidad, y la forma grosera como los gobiernos han manipulado el poder y han beneficiado a sus cómplices.
Efectivamente, la descripción de esa situación nos obliga a ser mejores en la política, a esforzarnos para elegir mejor, inmiscuirnos en la misma para que ya no sigamos igual, para evitar tanta desigualdad, tantas niñas y niños como Pamela y tan solo cuatro hombres que de la nada, o casi nada, se han convertido en los dueños de medio país, y si, un caso y otro nos deben convencer de que lo que pasa en México son chingaderas.
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