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Raúl Hernández Moreno
Agosto 05
Los priistas irán a un proceso interno para escoger a su nuevo dirigente nacional y el diputado federal Manlio Fabio Beltrones se perfila como el favorito. Si solo se registra él, estará tomando protesta el 16 de agosto.
Si hay otra fórmula, el proceso de selección tardará 20 días más. Aurelio Nuño Meyer, actual Jefe de la Oficina de la Presidencia, es otro nombre mencionado, aunque ya salió a relucir que ni siquiera es militante del Partido Revolucionario Institucional y la experiencia muestra que no es bueno habilitar como políticos a quienes nunca se han dedicado a esa actividad.
Este día Manlio Fabio se reunió con priistas de todo el país, en el Distrito Federal, previo a la Asamblea Nacional para aprobar la convocatoria para las elecciones, en la llamada Comida del Triunfo y a la cual asistió el Gobernador Egidio Torre Cantú. Entre ambos hay una excelente relación y Manlio Fabio tiene un especial reconocimiento a Tamaulipas por haber ganado los ocho distritos en la más reciente elección.
De 62 años de edad, Manlio Fabio ha sido tres veces diputado federal, dos veces senador, dirigente estatal del PRI en Sonora, Gobernador por esa entidad, dirigente nacional de la CNOP.
En sus años mozos, fue secretario particular de Fernando Gutiérrez Barrios, quien entregó toda una vida a las labores de inteligencia, primero en la Dirección Federal de Seguridad y después en la Secretaría de Gobernación. Algo debió aprenderle.
Actual coordinador de los diputados federales del PRI, en esa calidad le tocó negociar las reformas estructurales propuestas por el Presidente Enrique Peña.
En su calidad de diputado federal, Beltrones tiene su propia página digital en la que incluye la frase: “Lo fundamental en el recorrido de mi vida, es la convicción de preservar siempre en lo que uno quiere y hacer que las cosas buenas pasen”
En su página informa de todo el trabajo que se realiza en la Cámara de Diputados.
Si finalmente Beltrones llega a la dirigencia nacional del PRI nos daría mucho gusto por el ingeniero Arturo Cortés Villada, con quien lo une una amistad que data de hace mucho tiempo atrás.
Obviamente los cambios en la dirigencia nacional del PRI necesariamente despiertan comentarios de que también debe haber cambios en los estados y en los municipios. Puede ser, pero en todo caso son obligados en aquellos lugares en los que se perdió, caso en el que no entran ni Tamaulipas ni Nuevo Laredo.
Lo curioso del caso es que quienes ven urgente que haya cambios en el PRI estatal o en el municipal, son priistas de ocasión. Se trata de elementos que surgen en tiempos electorales o cuando quieren renovación del partido, pero pasa la elección y no se vuelven a parar en el partido. Esas voces no vale la pena tomarlas en cuenta.
