Maremágnum
Mario Vargas Suárez
El gobierno federal empezó a alimentar a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a partir del pasado mes de febrero con la detención y encarcelamiento de la oriunda de Comitán, en el estado de Chiapas, Elba Esther Gordillo Morales (nacida el 6 de febrero de 1945). No fue desde luego la detención.
La entonces ‘líder’ de los profesores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, desde la primera semana de diciembre del año pasado, empezó a organizar a “sus maestros” porque se avecinaba una reforma educativa, de la cual no había sido consultada con ningún maestro.
La toma de posesión presidencial el 1 de diciembre fue manchada por los actos vandálicos de estudiantes identificados con #@yosoy132, trabajadores del SME y maestros de la CNTE, los Atencos y otros grupos identificados directa o indirectamente con AMLO.
En Tamaulipas, el profesor Jesús Rafael Méndez Salas, recién elegido secretario general de la sección 30 -septiembre de 2012 en Nuevo Laredo-, siguiendo instrucciones nacionales, organizó a los profesores para realizar marchas y mítines por todo el estado contra de la reforma educativa, cuya aprobación del Congreso y de la nación se dio a mediados de diciembre de ese 2012.
Dicho sea con verdad, las movilizaciones magisteriales en Tamaulipas se dieron en el marco del respeto a las autoridades y a las instituciones. Los maestros del estado solo se hacía eco de una inquietud: la permanencia del trabajador.
Los maestros en general jamás se opusieron a la llevada y traída reforma. Por el contrario, desde la silla central del SNTE se hizo énfasis sobre muchas coincidencias de la reforma y de las acciones de la organización sindical, pero la permanencia del maestro retumbaba en los tímpanos de los profesionales del gis.
La detención y encarcelamiento de Gordillo Morales fue la pauta para que la CNTE iniciara movilizaciones masivas de profesores, principalmente de Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Guerrero, Edomex., Morelos y el mismo Distrito Federal.
En estos días, muchas voces se han levantado en contra de la CNTE por el caos logrado en la capital del país, al grado que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha declarado su aceptación al uso de violencia en contra de los miembros de esta ala de la izquierda donde se supone militan los profesores disidentes del SNTE.
La imagen nacional, incluyendo la presidencial, está afectada hacia el interior del país y desde luego a nivel internacional. Sin embargo Enrique Peña Nieto se niega a utilizar a la fuerza pública para detener las barrabasadas de la CNTE.
Una afectación es que mientras EPN soñó con dar su primer informe presidencial en el Auditorio Nacional, los de la CNTE lo han obligado a cambiar de sede y ahora se anuncia el blindaje militar porque el primer informe será el Campo Marte, una instalación del ejército mexicano localizada al norte de la ciudad de México.
El 1 de septiembre, “Día del Informe Presidencial” fue conocido también como “El día del Presidente” porque el Ejecutivo Federal aprovechaba los reflectores para exponer durante largas horas, los logros –reales, anhelados o imaginarios- del gobierno en medio de adulaciones y protocolos ostentosos.
Sin embargo el ritual comenzó a transformarse con el presidente Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), porque en su último informe fue interpelado por legisladores del Partido de la Revolución Democrática, hecho inédito.
Con Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) las réplicas de las interpelaciones legislativas continuaron cada año y con Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) las manifestaciones legislativas subieron mucho de tono y desde luego que ya no solo fueron los “amarillos” del PRD.
Los panistas Vicente Fox Quezada (2000-2006) y Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (2006-2012) sufrieron las interpelaciones a las que se sumaron los PRIÍSTAS, aunque se buscó la alternancia de las sedes.
Felipe Calderón en 2008, -segundo informe presidencial- no acudió al Congreso de la Unión; esto fue resultado de la reforma constitucional que quitó la obligación del mandatario a estar presente en San Lázaro y darle lectura.
Queda claro que con Vicente Fox y Felipe Calderón, la figura del ejecutivo durante el 1 de septiembre dejó de ser intocable y disminuyó la feria, el jolgorio que caracterizaba al «Día del Presidente». Para este 2013.
Al cierre: En las redes sociales está corriendo el rumor de la próxima renuncia del abogado Emilio Chuayffet Chemor como titular de la Secretaría de Educación Pública.
Comentarios: mario.vargas@starmedia.com
