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Las ´´fugas´´ arregladas del sistema penitenciario mexicano

Tintero

Por Francisco Pucheta González 13 de Julio de 2015

Bien dicen que ´´con dinero baila el perro´´ y con millones también se abren las puertas de las cárceles mexicanas de ´´máxima seguridad´´ para que sus huéspedes, de barones del narcotráfico para arriba, se ´´fuguen´´ en el momento que se lo proponen.

Joaquín Guzmán Loera, alias ´´El Chapo´´ completó su segunda ´´fuga´´ al hilo de un penal de ´´máxima seguridad´´ ahora en el Altiplano de Almoloya, estado de México. Su primera proeza –si así se le puede llamar- ocurrió el 19 de enero de 2001 luego de abandonar subrepticiamente el penal de Puente Grande, Jalisco en un carrito de ropa sucia de lavandería después de pagar 2 millones de dólares a los altos directivos del inmueble.

Su recaptura el sábado 22 de febrero de 2014 en Mazatlán provocó una oleada mediática en todos los confines del planeta con celebraciones del gobierno mexicano y de su par estadunidense, por el alto impacto del suceso.

El gobierno de Estados Unidos ofrecía 5 millones de dólares por su recaptura y su contraparte mexicano 30 millones de pesos adicionales.

Pero el sábado 11 de julio de 2015 El Chapo Guzmán se salió otra vez con la suya. ´´Se fugó´ dice el gobierno, sin dejar mayor rastro que el túnel de un kilómetro y medio por donde salió. ´´Arregló´´ aseguran las malas lenguas y lo cierto es que otra vez se vuelve ojo de hormiga.

Pero ese no es un caso aislado, ni nuevo, ya lo decíamos en entregas pasadas que en el desaparecido penal de La Loma de Nuevo Laredo estuvo recluido en la década de los 80 el capo di tutti Ramiro Mireles Félix, tío de los hermanos Arellano Félix fundadores del Cártel de Jalisco, compadre y socio del colombiano Pablo Escobar Gaviria.

Mireles Félix fue precursor del trasiego de cocaína a los Estados Unidos con expedientes abiertos por narcotráfico en varios estados de la república mexicana. Purgó una condena de dos años en el célebre penal de La Loma donde podía recibir sin obstáculos a su familia o salir si lo deseaba.

La defensa, compuesta por una batería de abogados encabezada por el jurista aguascalentense José Guadalupe Tovar Vázquez (+) y asistida por despachos de defensoría legal de esta ciudad fronteriza logró su traslado al Reclusorio Sur de la Ciudad de México y posteriormente que le dieran por ´´cárcel´´ al estado de Nayarit, donde estuvo arraigado una temporada.

Lo detuvieron agentes de la DEA en la ciudad de Monterrey, Nuevo León el 19 de junio de 1979 y trasladado a un penal de Guadalajara, Jalisco de donde luego lo enviaron a La Loma de Nuevo Laredo. Al momento de su captura ofreció varios millones de dólares a los agentes norteamericanos para que lo dejaran libre pero al ser rechazada su oferta, fue entregado directamente a la Procuraduría General de la República.

De ahí se supo que había una supuesta colusión entre Ramiro y la desaparecida Policía Judicial Federal que lo protegía y por eso no le echaban el guante.

En uno de los expedientes 142/79 se narra que Ramiro Mireles Félix (a) ´´El ingeniero´´ tenía tratos con narcotraficantes tamaulipecos entre los que identifican a José Tamez y otros personajes amén de sus relaciones de sociedad con los capos suramericanos.

A pesar de las presunciones que lo relacionaban con el narcotráfico ´´El ingeniero´´ viajaba por todo el país e incluso se descolgaba a Las Vegas en sus propios aviones. Sin embargo, la DEA y el FBI tenían abierta una investigación sobre trasiego de cocaína a USA a través de las localidades fronterizas de Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo y Matamoros por lo que se ahondaron las pesquisas en torno a su presunta participación en el delito razón por la cual fue declarado enemigo público número uno de ese país.

Había una orden de arresto contra el narco jalisciense que se cumplimentó aquella tarde aciaga en que agentes de la DEA lograron su captura en las inmediaciones de Monterrey y entregado a la PGR para que ´´purgara´´ su condena de algunos años en reclusorios del país, entre ellos la Loma de Nuevo Laredo.

Celosamente protegido por guardias de élite Mireles Félix el ´´Ingeniero´´ o ´´El Panino´´ (derivación de Padrino), daba rienda suelta a sus diversiones y gustos personales.

Los narcos de la época le rendían pleitesía y lo llamaban ´´Padrino´´ para reverenciar su apego a la gran ´´familia´´ de contrabandistas que habían crecido bajo su tutela y apoyo financiero.

Durante su estancia en Nuevo Laredo ejerció un control férreo del penal de La Loma y hacia traer de Guadalajara a sus niños en jets de su propiedad tripulados por elementos de las Fuerzas Armadas de México, que mantenían una tersa relación con el narco jalisciense, según se conoció después.

En la configuración de los delitos por lo que se detuvo al ´´ingeniero´´ se menciona también que le vendió una aeronave a un narco de San Antonio, Texas, de apellido Salinas que según versiones – después confirmadas- era primo del ex presidente Carlos Salinas de Gortari. Este individuo (Salinas) estuvo preso en una cárcel texana de donde supuestamente se fugó por la puerta grande después de estar recluido por posesión de droga y el decomiso de 4 millones de dólares en casas de seguridad de California y Houston.

El ingeniero Mireles tuvo el privilegio de viajar a Europa para someterse a una cirugía plástica que le renovó todo su rostro y a su regreso a la Ciudad de México lo emboscaron y ejecutaron al viejo estilo de la mafia siciliana pero respetando los códigos criminales para no dañar a su familia de la que se hacia acompañar.

La ´´fuga´´ arreglada del Penal de la Loma

Otra fuga de reos registradas en las bitácoras policíacas de Nuevo Laredo fue la ocurrida en 1984 cuando 17 internos lograron escapar por un túnel de 40 metros que comunicaba del interior del reclusorio al borde de la calle Mina, en la parte exterior.

El autor del plan de escapatoria fue Pedro Torre de León quien curiosamente frustró sus intentos al quedar atorado en el túnel debido a su extraordinaria obesidad.

Platica el comandante de la desaparecida policía uniformada de aquel entonces, José Luis Rodríguez Salas o el ´´Comandante Salas´´ que el director de la Loma Héctor ´´El Chato´´ García Treviño al ver el rictus de desilusión remarcado en el rostro del gordo Torre de León, le dijo textualmente: ´´Te falló pendejo´´.

Habían cavado el piso con clavos acerados y martillo y curiosamente nadie detectó ruidos ni movimiento alguno hasta que un custodio vio deslizarse un cuerpo en horas de la noche por la calle Mina y sonó el silbato de alarma.

Por otra parte, el autogobierno de las cárceles no es desconocido para nadie, especialmente para las autoridades federales, estatales y municipales por lo que están debidamente enteradas del problema que existe en esa materia ya que para nadie es una novedad el control férreo que ejerce el crimen organizado sobre el sistema penitenciario mexicano.

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