La candidata Laura y el manipulador Canturosas
Tintero
Por Francisco Pucheta González 27 de Mayo de 2015
El único que pudo haber levantado la campaña de Laura Zárate, es el senador de la República Francisco García Cabeza de Vaca pero se ve a todas luces que detrás de la prianista maniobra el alcalde Carlos Canturosas el que impuso y mantiene a pique a la candidata chapulín.
Fue él quien dio línea para que Laura se desmarcara del político mejor posicionado que tiene Tamaulipas (García Cabeza de Vaca) y con ello cavara su tumba hacia el fracaso casi seguro en las elecciones del primer domingo de junio. Con sus actitudes Laura y Carlos se echaron encima al panismo no sólo de Nuevo Laredo sino de todo el estado de Tamaulipas, quedando aislados y sin posibilidades de superar con éxito la contienda electoral del Primer Distrito.
Canturosas Villarreal apeló al hígado antes que al oficio político para marcar su línea de crispación, odio y ataques encarnizados contra quienes considera sus enemigos y no adversarios dentro de una ciencia que estudia el conjunto de prácticas, hechos, instituciones y determinaciones del gobierno de un estado o de una sociedad. Un buen político es negociador, procura el diálogo, es incluyente y sensible con la sociedad que lo rodea y no asume el papel rijoso, de dictador ni retrógrada que caracteriza al presidente municipal, uno de los más nefastos que haya conocido la historia de esta comunidad fronteriza.
En contraposición al mediocre y corrupto desenvolvimiento de una administración que transcurre entre azul y buenas noches, con su alcalde balín, resalta la figura destacada de un senador de la República que para orgullo de los tamaulipecos, demuestra trabajo, procura servicios y derrama beneficios entre sus coterráneos.
García Cabeza de Vaca está investido de un poder que sabe explotar para beneficio de los tamaulipecos y no lo usa como otros malintencionados que solo van a calentar escaños o a regodearse de un poder y un fuero pasajero o temporal.
Si el senador tamaulipeco hubiera asistido para cuerpear la candidatura de Laura otra cosa hubiera sido pero como el orquestador de una guerra propia de un lunático (léase CCR) se lo impidió sólo hay que advertirles que así no se juega ni se gana en política.
Mientras tanto, por imposiciones de su alter ego Laura se ha hecho acompañar de lo más gris de su partido por adopción como el caso de la senadora Lizette Clavel, Glafiro Salinas y Enrique Rivas Cuéllar que arrastran una cauda de impopularidad por los flancos, por razones de sobra conocidos.
En la sepultura política de Laura después del 7 de junio se leerá el siguiente epitafio: ´´Aquí yacen también los sueños guajiros de alguien que aspiró a la gubernatura del estado de Tamaulipas, pero la ambición y la locura desmedidas lo reventaron´´.