¿Entregará Egidio la gubernatura a Cabeza de Vaca?
Todas las señales así lo indican.
Por: Mauricio Fernández Díaz
El escenario bajo el cual se desarrollara la pugna por la gubernatura de Tamaulipas parece estar siendo decorado de tal manera que la silla quede pintada de azul.
Contra toda lógica, (por no convenirle al gobierno priista de Tamaulipas que avance Cabeza de vaca) han ido cayendo sistemáticamente los obstáculos que podían frenar la carrera de Cabeza de Vaca hacia la gubernatura.
Primero fue Biasi y su encarcelamiento; el daño colateral fue desastroso. El encarcelamiento del amor de Leticia Salazar, la derrumbó e hizo estragos irreparables en el proyecto político de buscar la diputación para Biasi y la gubernatura para su pareja sentimental.
Si gana su distrito, será un milagro. Entre los mismos panistas se le da como descartada como prospecto a la gubernatura.
Lety era uno de los más fuertes obstáculos en el camino de Cabeza de Vaca. Hoy, el peligro se ha minimizado hasta casi desaparecer.
CANTUROSAS Y SU SOBERBIA.
Otro de los considerados viables para ser candidato del PAN es Carlos Canturosas.
Empresario, más priísta que panista, a Canturosas se le consideraba el caballo negro del PAN, dado su manejo de bajo perfil y su aparente desinterés por ser candidato a la gubernatura.
En medios políticos, se daba como seguro que el Gobierno apoyaría a Canturosas para realizar con él una entrega pactada a seis años, lo que equivaldría a insertar a Tamaulipas dentro de los estados que han transitado por la alternancia democrática, oxigenando así a un sistema de gobierno que no da para más.
Sin embargo, la derrota del candidato de Canturosas y Lety Salazar, a dirigir el PAN estatal el panista Agustin Chapa trajo consigo ominosas señales.
El triunfo de César, “El truko” Verástegui, formidable operador político e incondicional de Cabeza de Vaca pone al reynosense con un pie dentro de la candidatura; es una señal que no puede, no debe dejarse pasar o tratar de minimizar.
La derrota de Agustín Chapa se debió en gran parte a que Canturosas aportó ese excelente pegamento (soberbia mezclada con prepotencia) que unió a los dos grandes grupos de poder dentro del PAN; Cabeza de Vaca y su equipo por un lado y Garza de Coss, Pablo Cantú, Juan García, Agustin de la Huerta y Rully Montelongo por el otro ( A López Fonseca, a pesar de pertenecer a este grupo lo consideran como un “traidor” y por lo tanto no lo nombran) por lo que hoy, se puede hablar de una sola fuerza panista en el Estado liderada por Cabeza de Vaca y Cesar Verastegui.
Con la casa limpia de adversarios, Cabeza va libre, sin complicaciones. Y eso es, curiosamente lo más extraño; Más que fuego amigo y errores políticos, la debacle de los dos panistas parecen haber sido diseñadas como una bien planeada estrategia cupular para despejarle el horizonte de nubarrones al Senador Cabeza de Vaca
EL GOBIERNO Y EL PRI ¿NEGOCIADOS O ANQUILOSADOS?
Y si las cosas pintan de excelente color para el Senador dentro de casa, en la de enfrente parecen empeñados en no ponerle absolutamente obstáculo alguno en sus pretensiones políticas.
Se esperaba que el Gobierno como en anteriores ocasiones metiera las manos dentro del PAN, debilitara a Cabeza con ataques mediáticos y fortaleciera a Canturosas y a Lety Salazar, haciendo ganar a Agustin Chapa. No fue así.
Por otro lado, dentro del club priísta no se ve, para donde se voltee, quien pudiera ser un prospecto fuerte para la candidatura, y los que habían sonado los han destruido o aplacado.
El PRI se encentra en una etapa de parálisis, sus estructuras no cuentan con liderazgos firmes dado que el aceite que hace funcionar la maquinaria ha dejado de fluir. Y sin dinero, el PRI no gana. Eso está demostrado.
TRANSICION PACTADA
Todo esto lleva a la hipótesis de que en las altas esferas de la política nacional, entre las cúpulas del PRI Y el PAN se pactó la transición democrática de Tamaulipas a cambio de los votos y el apoyo del PAN a las reformas peñanietistas.
Seis años de oxigenación política, con la seria advertencia de no buscar revanchas ni venganzas, de dar borrón y cuenta nueva y continuar beneficiando a una elite de empresarios y políticos pueden haber sido parte de las condiciones impuestas al grupo de Senadores y gobernadores que apoyan al reynosense.
De otra forma ¿cómo explicar que no hayan estallado misiles mediáticos contra el Senador, cuando de sobra se sabe que existen expedientes muy bien guardados que podrían perjudicar seriamente al panista? ¿Esperar? ¿Para que si ya con lo que lleva de campaña tiene para llegar bien posicionado a la pelea por la gubernatura?
Hasta hoy ese es el escenario que se ve en Tamaulipas; un PAN compitiendo con Cabeza de Vaca, un PRI con algún candidato de sacrificio, un Movimiento Ciudadano con Gustavo Cárdenas peleando la gubernatura, presidencias y diputaciones para su partido y un MORENA con Francisco Chavira cosechando votos para fortalecer al naciente partido.
Ha! Olvidaba que la cláusula principal de esta hipotética negociación debió ser, sin duda un categórico “No te la vayas a creer; en seis años nos la regresas”