Por: Redaccion
*A pesar de haber aprobado exámenes de control y confianza, los malos vicios continúan aun con mandos militares
Por Gilberto Zapata / ANTAM
Altamira, Tamaulipas.- Tal parece que ni las pruebas de control y confianza utilizadas para tener un mejor personal en la corporación de tránsito Municipal de Altamira, ha servido de mucho ya que los malos vicios como la mordida, aún se mantiene arraigado en los elementos que lograron superar dichos exámenes, de ahí que habrá que analizar bien la acción a tomar por el bien de los vacacionistas, las familias Altamirenses y los conductores en general.
Y es que de acuerdo a información proporcionada por el regidor Cristian David Pérez Ramos, las malas prácticas como las “mordidas” aún prevalecen en algunos oficiales de tránsito, quienes al no ser vigilados por sus superiores, continúan con esta ilegal practica dejando mal parada con ello todo lo positivo que se trata de hacer con la corporación, ya que se llevan entre as patas tanto al gobierno municipal, estatal y federal.
“Vamos a tener reunión con el presidente, ahorita la comisión está platicando para ver lo del operativo porque siguen las anomalías todavía en Tránsito, siguen las mismas anomalías, siguen las «mordidas», lamentablemente no podemos controlar eso, no hemos podido erradicarlo a pesar de que ya se fueron a las pruebas de control y confianza ese vicio sigue, lo peor es que es la misma ciudadanía quien en ocasiones se muestra apática” señalo el regidor presidente de la comisión de tránsito.
Ante esa perspectiva, el regidor deslindo de toda responsabilidad a los mandos de la corporación al señalar que el mando militar es uno y los elementos son otros, ya que el mando está en la oficina y los elementos están en la calle, y que estos tratan de hacer su mejor papel dentro de sus posibilidades, pero en la calle están los elementos y en la calle no se puede estar cuidando al elemento, sin embargo si ha habido quejas que canalizamos a contraloría pero la gente no le da seguimiento.
Es por ello que sin la ayuda de la ciudadanía de sostener sus quejas para poder castigar a los malos elementos, quienes denigran la corporación continuaran haciendo de las suyas, y de nada servirá saturar la contraloría de dichas quejas, si la apatía de la propia ciudadanía y conductores, continua, y los mismos conductores siguen dándole “mordida” a los elementos de tránsito.
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