Reynosa, Tamps.-El denominado “Black Friday” (Viernes Negro) que es la venta especial después del Día de Acción de Gracias en los Estados Unidos de América, es una tradición que honra al consumo y que es auspiciada principalmente por consumidores mexicanos que proviene de todos los rincones del país y que arriban durante la temporada a la frontera para generar cientos de millones de dólares en ganancias en los comercios estadounidenses.
Desde hace algunos años las tiendas “gringas” y principalmente aquellas de firma y exclusivas eran selectivas con sus clientelas, hasta que se dieron cuenta que los principales compradores son precisamente consumidores mexicanos adinerados y con solvencia para realizar compras a granel en sus establecimientos.
A partir de entonces las tiendas del Valle de Texas relajaron sus reglas operativas y accedieron a ofrecer atención en español, así como estrategia publicitaria y mediática para atraer a los mexicanos como clientes.
Roberto Garza Barrón, es “manager” (gerente) de una tienda de joyería en la zona comercial de la Calle “10” en McAllen y refiere que los mejores clientes son aquellos que proviene de México y que vienen ávidos de comprar joyas y relojes exclusivos para presumir con sus amistades y reafirmar su estatus de bonanza.
“Hay un particularidad que distingue a nuestros clientes mexicanos por encima de los anglosajones, los mexicanos pagan en efectivo, siempre traen dinero para comprar, contrario a la costumbre de los consumidores estadounidenses que son más moderados en sus compras y generalmente se apoyan en subsidios o especiales”.
Y añade algo más que describe a los consumidores mexicanos en el “Black Friday” o durante el año: “Los mexicanos jama regatean precios, compran como una forma de afirmación de su posición social y nivel y para ellos adquirir algo especial o único lo es todo”, apuntó.
Hugo Reyna/EnLíneaDIRECTA
