Le dejaron la vara bien baja

Fuentes fidedignas. Por Isaias Alvarez
Hay relevos donde la pregunta es si el nuevo será capaz de igualar al anterior. Pero parece que en la Fiscalía de Tamaulipas la duda es otra: ¿cómo igualas a alguien que no hizo nada?
Llegó Jesús Eduardo Govea Orozco a la Fiscalía General de Justicia y, a juzgar por el aplauso de Barras y Colegios de Abogados y gran parte de la ciudadanía, había sed de cambio y de justicia, que no es lo mismo una cosa y la otra; la primera se consigue con discursos, la segunda con resultados.
Irving Barrios dejó una herencia admirable en sentido negativo: una Fiscalía incapaz de fiscalizar, un archivo muerto que debería recibir pensión por agotamiento y una lista interminable de desaparecidos, más larga que su lista de logros. Como dicen por ahí, ni un café te arreglaba.
Pero eso sí, muchos de los cabecistas intocables, se la han pasado disfrutando lo robado. Justicia selectiva, con lupa para el enemigo, y con vendas para los amigos. Por eso, Govea tiene un reto, componer el cochinero que deja Irving.
Confianza hay, la sociedad lo mira con buenos ojos y el gobierno del doctor Américo Villarreal junto con el Congreso al mando de Humberto Prieto, le han dado su respaldo. Govea viene y no pondrá la vieja excusa del “asunto heredado”, y vaya que le dejaron un desastre acumulado de 7 años.
Los golpes que ha estado recibiendo desde que fue seleccionado, evidentemente vienen del pasado reciente, ese que extraña los tiempos donde la justicia se vendía como carne al mayoreo. Y vaya descaro de voces azules que hoy lloran por la independencia de los órganos de justicia, olvidando cuando presidían Transparencia, el Tribunal Administrativo y hasta el Supremo Tribunal de Justicia con militancia de camisa azul y calendario electoral en la mano.
A Govea le toca la parte más ingrata y más gloriosa: entregar resultados y rápido. Porque si algo nos enseñó Barrios, es que nada puede tardar años y por lo pronto, los que se creían blindados ya huelen el peligro. Las puertas que antes se abrían con llamadas del poder azul, ahora rechinan. Y si Govea hace lo que dijo que hará, más de uno ya debería estar buscando abogado o acompañando al ex gobernador en Texas.



