¡Que Dios nos ampare!
Aprobascion de la Ley de Amparo

EN PARTIDA DOBLE
Alejandro Mares Berrones
Ya fue aprobada la reforma a la Ley de Amparo, un artero atentado al Estado de Derecho, la aplanadora morenista la pasó por comisiones y luego al pleno de la Cámara de Diputados; en lo general se la llevaron de calle: 335 votos a favor, 131 en contra y tres abstenciones.
La sorpresa en esta votación fue que la ex ministra y ex secretaria de gobernación en el sexenio de López Obrador, Olga Sánchez Cordero, se abstuvo de votar y con esta decisión prácticamente la van a crucificar y el primer clavo se lo van a enterrar desde Palenque. Ella como abogada sabe, que la nueva Ley de Amparo, deja vulnerables a los ciudadanos que se sientan agraviados por actos de autoridades que violen sus derechos fundamentales.
Otras figuras aliadas a la 4T, que pertenecen al Partido del Trabajo, como Greycy Durán y Javier Vázquez, también secundaron a Sánchez Cordero y se abstuvieron de tal ignominia; pero las que sí tuvieron el valor de votar en contra, fueron: Ana Erika Santana del Partido Verde y Martha Aracely Cruz Jiménez, del PT.
Esta reforma, ahora nueva Ley de Amparo, viene viciada de origen; los legisladores morenistas intentaron violar la constitución, acomodando un artículo transitorio para que tuviera efectos retroactivos, situación que les tuvo que echar abajo la propia presidenta Claudia Sheinbaum: “hay que respetar la Constitución”, les dijo.
Se supone, que las reformas constitucionales, son para ampliar los derechos ya reconocidos y adquiridos, en eso consiste el principio de progresividad; en este caso, es al revés, en vez de ir hacia adelante vamos para atrás como los cangrejos.
El amparo es un medio de control constitucional, perdón, era; se supone que funciona como una herramienta jurídica para frenar los abusos de las autoridades y precisamente el Juez de Amparo, al otorgar en primera instancia la Suspensión Provisional, y posteriormente la Definitiva, protege a los gobernados de un daño, que de no existir “la provisional” puede llegar hacer irreparable.
Con esta nueva ley, la suspensión provisional queda prácticamente eliminada para asuntos fiscales o de congelamiento de cuentas; de igual forma queda limitada para casos de interés social o de orden público, en otras palabras, solo los chicharrones de las autoridades y de los gobiernos tronarán.
Organizaciones de ambientalistas, pueblos indígenas, mayas, comunidades lésbico-gay, entre otras quedan desamparados ya que la nueva ley de amparo restringe el interés legítimo para que puedan promover un amparo, cuando se vean afectados en sus derechos fundamentales.
EN CONTRAPARTIDA, según declaraciones del legislador, Ricardo Monreal, quien por cierto es constitucionalista, asegura que no habrá ningún efecto retroactivo y la pretensión con esta nueva legislación en materia de amparo, es que se mantenga la protección de los derechos individuales, “pero que se deje de abusar en el caso de protección a personas con recursos y poderes, a los que nunca se les toca”.
El argumento de Monreal tiene sentido, para muestra un botón basta, el caso de Ricardo Salinas Pliego “El Usurero”, que explota a los mexicanos cobrándoles altísimos intereses a través de su Banco Azteca y de sus tiendas Elektra.
Este empresario debe miles de millones de pesos al SAT y no paga los impuestos gracias a los amparos que tiene a su favor; debería la presidenta Claudia Sheinbaum y los legisladores morenistas buscar la manera que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y el Banco de México le restringa los permisos con los que opera ese banco usurero llamado Azteca.
Así le hizo Vicente Fox, al Banco Famsa, situación que llevó a la quiebra a esta empresa, lo mismo le puede ocurrir al usurero de Ricardo Salinas Pliego, que ya anda de revoltoso, no de revolucionario, pretendiendo ser candidato a la Presidencia de la República, diría el maestro Catón: “hágame usted el reverendo favor”.
Me salí un poco de la tangente, pero para cerrar este artículo, queda claro, que la nueva Ley de Amparo, por darle en la torre a los poderosos que evaden impuestos, a los Cárteles y narco-políticos que lavan dinero sucio o políticos que se enriquecen con el erario público, se están llevando entre los pies a ciudadanos y organizaciones defensoras de derechos fundamentales, esto es el “daño colateral” de esta nueva legislación.
Los narcos, los empresarios y los políticos poderosos, con un amparo, logran que les descongelen sus cuentas, como el caso del ex gobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca y su hermano Ismael de los mismos apellidos, entre otros muchos. Hoy esto ya no será posible.
Creo que no había la necesidad de reformar la ley de amparo, como lo hizo el nuevo régimen morenista, pues ya tienen al Poder Judicial en su bolsa, son prácticamente sus lacayos. El Ejecutivo engullo al resto de los poderes y lo que señala Monreal de que los poderosos se salían con la suya, para no pagar impuestos y descongelar cuentas, no era porque la Ley de Amparo estuviera deficiente, sino porque las direcciones jurídicas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la propia de la Fiscalía General de la República, se les pasaban los términos por eso perdían los juicios de amparo.
Monreal lo sabe, además la suspensión provisional, se otorgaba condicionada a garantizar el crédito fiscal; allí están los juicios, allí están las jurisprudencias; con esta reforma, queda claro que la jugada fue amarrarles las manos al Poder Judicial (Jueces Federales en Materia de Amparo), para que nieguen la suspensión provisional, no les importó darle en “la torre” al pueblo que tanto quieren.
Con este nuevo Poder Judicial, el único amparo que tendremos, será el divino: ¡Que Dios nos ampare!