“La política es como el amor: a fuerzas nada”

EN PARTIDA DOBLE
Alejandro Mares Berrones
*Consejera del INE, propone que el votar sea obligatorio y se sancione a quien no sufrague; pero se le olvida que “la política es como el amor: a fuerzas nada”
Interesante propuesta de Claudia Zavala Pérez, consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), quien en entrevista con el periódico La Jornada, señala que es el momento propicio para que el voto se convierta en obligatorio en México.
En América Latina, países como Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Perú y Uruguay, el voto es obligatorio y quienes no voten deben justificar su ausencia a las urnas o enfrentar multas, entre otras restricciones. En Grecia, hasta se contempla la pena de cárcel para quiénes no voten.
La funcionaria electoral, agregó que además de la obligatoriedad, se tiene que reglamentar las consecuencias en caso de inasistencia a las urnas, según ella, dijo que habrá quienes piensen que esta medida sea considerada como restrictiva, “todas las personas somos pueblo y estamos habilitados para tomar la decisión de quiénes serán los representantes, gobiernos y juzgadores, acudamos a decir qué queremos”.
La funcionaria del INE, tiene razón, esa medida fortalecería la soberanía y abatiría en gran medida el abstencionismo y no pasaría, como nos pasó con la Elección Judicial, donde una minoría decidió sobre la mayoría, que prefirió no salir a votar; la pregunta es: ¿les conviene a los partidos políticos?; sin duda, el hecho de que el ciudadano salga a votar de manera obligatoria, rompería con el voto duro de muchos partidos, principalmente el que este en el poder.
Hemos visto, que la conducta electoral de los mexicanos es de bandazos, en el año 2000, le dieron en la torre al régimen rancio y corrupto del PRI, nadie los obligó a ir a votar; luego en 2006, en un polémico cierre electoral entre Felipe Calderón Hinojosa y Andrés Manuel López Obrador, el PAN se queda de nueva cuenta con la Presidencia de la República.
Vino el 2012, el pueblo decide volver como pantera amorosa a los brazos cariñosos del PRI; Enrique Peña Nieto, hace morder el polvo en las urnas a López Obrador, más de 5 millones de votos de diferencia, el tabasqueño se volvió a quedar con las ganas, pero ya arañaba la silla presidencial. En el 2018, AMLO, se alzó con la victoria, en un triunfo rotundo, el pueblo se volcó a las urnas, nadie salió obligado a votar.
Esta es la forma en que opera nuestro Sistema Político Mexicano y nuestro régimen democrático, la propuesta de Zavala Pérez es interesante, pero estaría rompiendo con la tradición y la cultura electoral de los mexicanos, pues ahora sería de “a huevo” ejercer el voto. Discúlpeme la palabra, pero acá en el norte así se diría.
Sin duda, la elección judicial para elegir magistrados y jueces del Poder Judicial, no solo fue muy compleja y desgastante para todos; dejó un mal sabor de boca en los mexicanos, que hoy tendrán la justicia que se merecen, por no salir a votar en contra de esa ignominia; aunado a la discusión que existe actualmente sobre la reforma a la Ley de Amparo, que desfavorece al ciudadano de a pie ante los abusos de las autoridades, según la versión de algunos expertos constitucionalistas.
Es demasiado poder, para el gobernante supremo y su partido, tener bajo su control al Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial y ahora doblar a su antojo la ley de amparo; el único medio constitucional de defensa que tienen los ciudadanos contra los abusos de las autoridades de sus derechos fundamentales.
En el futuro será muy difícil que la oposición le gane a morena, para lograrlo, tendría que arrasar como lo hizo Peña Nieto contra AMLO; si la elección se da cerrada como la de Felipe y Andrés, es lógico pensar, que morena se quedaría con el triunfo, el aparato judicial esta de su lado. Ya viene la reforma electoral, donde se plantea que hasta los consejeros del INE sean electos por el voto popular, para que la “democracia esté completa”.
Esto que propone Zavala Pérez, no está descabellado, pero habría que reformar el artículo 31 constitucional, donde se establezca esa obligatoriedad y surja una ley secundaria que reglamente la obligación a los ciudadanos mexicanos de salir a votar; porque en la actualidad según lo que reza en el numeral 35 de la Carta Magna, solo es un derecho el sufragar; no existen consecuencias legales si un ciudadano vota o no.
Ya viene una reforma electoral y quizá contemple lo que Zavala Pérez propone y donde asegura que dicha medida fortalecería el régimen democrático. Esta propuesta debería pasar primeramente por la discusión y debate público de los propios ciudadanos, si está o no de acuerdo con ella, sería una muy buena Consulta Popular.
EN CONTRAPARTIDA, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 35, establece los “derechos de la ciudadanía”, uno de ellos es votar en las elecciones populares y el de poder ser votado; ahora ya constitucionalmente sin la necesidad de que te postule un partido, el ciudadano puede ser candidato de manera independiente.
El enfoque de Zavala Pérez, es que la norma es imperfecta, porque si bien votar es una disposición constitucional no se estipula ninguna consecuencia en el caso de que no se cumpla. “Evidentemente habría excepciones para quienes están imposibilitados para ello”, dijo en la cita entrevista.
El razonamiento que hizo la Consejera Zavala Pérez, fue que se debe establecer el voto obligatorio como un mecanismo que permita saber qué es lo que quieren los ciudadanos, “porque no es lo mismo ir a la urna y emitir un voto en favor de una fuerza política a que lo dejes en blanco y lo anules; ahí ya hay una manifestación de la voluntad de esas personas soberanas”.
Zavala Pérez, ejemplificó el caso de Argentina, donde el voto es obligatorio, hasta para los ciudadanos argentinos que residan en el extranjero; esta propuesta me parece muy importante para un análisis político-electoral profundo, porque el hecho de obligar a 100 millones de mexicanos a que salgan a votar, no es nada fácil y desde mi punto de vista, el partido en el poder, es el que correría más riesgo, pues su voto duro, podría ser rebasado por el voto del abstencionismo obligado.
Coincido con Zavala Pérez, en que esta propuesta aumentaría la participación ciudadana, donde no estoy de acuerdo, es que ella habla de sanciones contra los ciudadanos; debería ser al revés, que todos aquellos ciudadanos que salgan a votar, que el SAT les otorgue descuentos de sus adeudos fiscales; que lo mismo hagan los gobiernos estatales y municipales, en trámites ante sus Oficinas Fiscales e impuesto predial.
Lo anterior solo es un ejemplo simple y llano “un sueño guajiro”; es decir, en vez de sanción, que se dé un estímulo por la participación ciudadana. En pasadas campañas organismos como la CONCANACO y otras ONG, han promovido el famoso “café regalado” en las tiendas de conveniencia afiliadas a sus organismos, para quienes salieron a votar.
La Reforma Electoral que ya viene, y de incluir en ella tal obligatoriedad, se debe de consensar, porque el hecho de implementar sanciones, significa castigar al que no vaya a votar. Considero que eso no le conviene en nada al partido que este en turno, repito rompería con la fuerza de su voto duro, que le garantiza seguir en el poder.
Don Manuel J. Clouthier decía: “La política es como el amor, hay que hacerlo todos los días”. El PRI mantuvo a los mexicanos enamorados por 70 años con despensas con gorgojos; después llegó el carismático Vicente Fox por el PAN, con sus víboras tepocatas y cautivó el cariño de los mexicanos, pero Felipe Calderón, les rompió el corazón.
El PRI recupera el amor de los mexicanos con Enrique Peña Nieto, pero fue “amor fingido”; llega AMLO con su populismo y las promesas del bienestar y los vuelve a enamorar y en la actualidad todo mundo está endiosado con Claudia Sheimbaum y la Cuarta Transformación. “La política, es como el amor: a fuerzas nada”.