ELECCIÓN: DATOS DUROS :
Confesionario
por Melitón García De La Rosa
Hoy más que nunca al PRI de Tamaulipas le conviene escuchar y leer en toda su magnitud la batalla que tiene enfrente en el 2015, cuando vaya a las urnas a enfrentar una elección de la que los ciudadanos elegiremos a ocho diputados federales. La estadística pinta un proceso cuesta arriba.
Así es mis queridos boes, es cierto que al PRI se le acercan con la intención de ‘grangearselo’ muchos ‘asesores’ con la idea de hablarles al oído para decirles lo que quieren escuchar, pero también estoy cierto que los cuentos alegres ya no tienen el peso que en el pasado tuvieron sobre las dirigencias, porque cayeron precisamente por su propio peso.
Me explico: en el pasado hubo quienes a base de análisis bien baratos auguraban victorias arrasadoras de personajes que bajo las siglas del tricolor mordieron el polvo, mientras los asesores se iban con la cartera llena y culpando a otros de la derrota.
Casos: Fernando Azcárraga al que hasta le apodaban el invencible, Miguel Manzur que ya obviaba la campaña para la alcaldía de Tampico y hacia planes con los suyos y sus asesores para la gubernatura.
Más atrás José Manuel Assad Montelongo cuyo proyecto era también la gubernatura y recientemente las caídas vergonzosas para el PRI de Lupita Flores y Manuel Cavazos Lerma.
En esos casos y en muchos mas el común denominador fue el mismo: el exceso de confianza, la creencia en los análisis que aseguraban que en el PAN estaban bien peleados y que entre ellos se iban a hacer trizas.
Muchas de esas derrotas para el PRI bien pudieran haberse evitado si en el PRI no se hubieran creído de que iban solos en la campaña y gastaron su tiempo en escuchar el canto de las sirenas que hoy han comenzado a lanzar las mismas melodías.
Supongo, aunque no lo conozco tanto, que Rafael González Benavides no es de los que se deja vender espejitos, que sabe identificar a los charlatanes que cual espiritistas centroamericanos van y le ofrecen el conjuro que le evite la fatiga de vencer al PAN y al PRD en la campaña.
Por eso aquí hay algunos datos que también imagino debe tener en su escritorio el líder del PRI, por cierto un tipo muy ordenado, que con una formación judicial entiende de escuchar todas las partes y sopesar entre ellas a las que tienen la razón.
Son los datos más duros de la elección pasada y sobre la que su partido tiene que trabajar para revertir el avance de la oposición que en Tamaulipas ha sido constante.
Conocemos por decir que para el 2013 el padrón electoral de la entidad era de 2.5 millones de ciudadanos con capacidad para votar.
Digamos también que hay en la inmensa geografía de Tamaulipas municipios grandes y pequeños, que los mayores son muy poquitos representan casi el 80 por ciento de todo el padrón, por lo que es donde se tiene que poner más atención.
Y aquí un acercamiento a esos municipios: Reynosa 495 mil empadronados, Matamoros 410 mil, Nuevo Laredo 315 mil.
Les siguen Tampico con 256 mil, Victoria 231 mil y Madero con 170 mil electores, más los que se acumularon de la elección pasada a esta.
Bueno pues en esos seis municipios suman más de 1.8 millones de ciudadanos con capacidad de voto,
El PRI tiene que ver esos números con bastante cuidado, porque es en los mismos municipios en donde el PAN tiene bastante presencia.
Ni modo que se le niegue a los azules que controlan Matamoros ante un PRI municipal hecho trizas, sin liderazgo y con la herida aún sangrando tras la derrota ante Leticia Salazar.
O que no se reconozca que en Nuevo Laredo hasta los mismos priístas apoyaron a Carlos Canturosas Villarreal postulado por el PAN ante las traiciones al interior del tricolor.
Igual haría mal el PRI en creer que en Reynosa los azules están tan peleados como los escribientes aseguran, luego de que por años ese instituto ha mantenido una votación que hace que el tricolor tenga que poner el extra para poder ganar cuando lo ha hecho.
En Tampico es la misma cosa, los panistas tienen una votación dura que han mantenido desde hace décadas de poco más de 40 mil votos.
Por Madero donde el PAN ya ha ganado en la práctica, la última elección dejó bien claro que no es fácil para el PRI a pesar del férreo control sindicalista.
Bueno pues en esos seis municipios harto competidos por el PAN y en dos muy ganados, es donde está la mayor parte del padrón.
Pero un dato más, en los tres municipios más grandes: Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo se congregan cinco de los ocho distritos en juego.
Uno más en esos tres municipios ya gobernados por el PAN en la actualidad o en el pasado tienen su asiento los tres aspirantes del azul para la gubernatura: Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Leticia Salazar y Carlos Canturosas Villarreal.
Los tres quieren pero al menos en dos casos: en el de Nuevo Laredo y la de Matamoros han dejado ver que no hay obsesiones por la candidatura, lo que indicaría que no hay pleitos, entonces el PRI tiene que ponerse las pilas para poder ganar.
Insisto el tricolor tiene que asumir el reto con bastante calma y realismo, porque si cae en el garlito de los asesores la historia se repetirá.
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