“Va derecha la flecha”

Fuentes fidedignas. Por Isaías Álvarez
Sin rodeos: el Congreso apunta directo a exfuncionarios de la Auditoría Superior y revisión de cuentas públicas.
La sesión extraordinaria del Congreso de Tamaulipas no solo sirvió para desahogar dictámenes, fue también una operación de control narrativo e institucional por parte del presidente del Congreso, Humberto Prieto, quien utilizó la “mañanera legislativa” como plataforma para enviar varios mensajes de fondo, ruptura con la gestión anterior, defensa de la legalidad y advertencia de consecuencias.
El punto central fue la revisión de las cuentas públicas del ejercicio fiscal 2021. Según explicó Prieto, esos informes ya habían sido dictaminados por el auditor anterior, pero se detectaron omisiones relevantes —especialmente en materia de disciplina financiera— que motivaron una nueva revisión. El Congreso, dijo, está actuando conforme a la ley y no con ánimo de revancha. Sin embargo, el lenguaje fue directo: el anterior auditor “era comparsa de todos ellos y les aprobaba todo como pan caliente”.
Y aunque las cuentas aún no están judicializadas, todo apunta a que muchas serán votadas con dictamen negativo. A partir de ahí, la responsabilidad pasa a la Auditoría Superior, que deberá determinar si los casos ameritan procedimientos administrativos o penales. No hubo nombres, pero sí señales. También se habló del INDE como ente incumplido, y del caso de un exfuncionario —identificado por los medios como Mario N.— actualmente en proceso judicial.
Prieto fue enfático al reiterar que la revisión se hará sin distinción de partidos, que la fiscalización será pareja y que el Congreso respaldará el trabajo de la Fiscalía Anticorrupción. “Aquí va todo como es. Con fuero o sin fuero, cada quien tiene su derecho a defenderse, pero es parejo aquí”, afirmó. También adelantó que se está evaluando el actuar de los funcionarios anteriores de la Auditoría y que, de encontrarse elementos, habrá sanciones. “Va derecha la flecha contra cualquier funcionario de la auditoría pasada”, advirtió. Todo en un marco institucional, pero con intención política evidente, se busca mostrar que el Congreso ha retomado el control y que no será cómplice de encubrimientos.
En ese contexto, la crítica al diputado Ismael García Cabeza de Vaca marcó otro momento importante. Prieto cuestionó que haya intentado justificar sus ausencias con un amparo judicial y desestimó su supuesta productividad basada en iniciativas por correspondencia. “Es el colmo del cinismo: no venir a chambear y querer sacar un amparo para que te justifiquen las faltas”, lanzó. Fue una señal hacia dentro, el Congreso prepara un nuevo reglamento interno para regular y eventualmente sancionar las ausencias injustificadas. La intención es clara, recuperar la disciplina legislativa.
Otro eje que se abordó fue el debate nacional sobre el futuro del INE. Prieto reconoció que su eventual desaparición es jurídicamente posible, pero llamó a la cautela. “Puede ser viable, pero hay que esperar a que llegue la minuta. No saquemos conclusiones sin información”, declaró. Aclaró que aún no existe una reforma electoral concreta y que se debe esperar el contenido de la propuesta federal.
Prieto marcó el terreno en esta conferencia, defensa de la transparencia, crítica al pasado, alineación con el discurso anticorrupción y advertencia de que el Congreso ya no funcionará como aval automático del poder en turno.
La narrativa de fondo fue una, reconstruir legitimidad institucional desde el Poder Legislativo, asumiendo un rol más activo en la vigilancia, el orden interno y la exigencia de cuentas. Las palabras fueron medidas, pero las implicaciones políticas son evidentes. En Tamaulipas, el Congreso busca reposicionarse. Y lo está haciendo, empezando en el discurso, tomando distancia de lo que fue y proyectando lo que quiere ser.