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Reprobados

Sin Filtros; Por Brenda Ramos

Imagínese que va al supermercado, paga el carrito lleno, pero al llegar a casa descubre que la mitad de las bolsas nunca llegaron. Reclama y el cajero le dice “¡Ah, pues quién sabe dónde quedaron! Pero usted ya pagó”. Así de absurdo, pero mil veces más costoso, es lo que está pasando con las cuentas públicas del 2021 en Tamaulipas.

De 44 entes estatales y municipales revisados, 41 reprobaron. Sí, 41. La Auditoría Superior del Estado las presentó, el Congreso las dictaminó en sentido negativo y ahora, este martes 26 de agosto, se discutirán en sesión extraordinaria. El mensaje es claro y vergonzoso, el dinero se usó, pero nadie sabe en qué.

Estas cuentas ya habían sido devueltas en junio de 2023 porque la revisión inicial “estuvo hecha con las patas”. La Legislatura anterior pidió una auditoría más seria, “revísenlas bien”, dijeron. Un año después, el resultado sigue igual de podrido.

La lista de entes con irregularidades parece interminable, Colegio de Bachilleres, CONALEP, Comisión del Agua, Parques y Biodiversidad, ITIFE, Institutos de la Mujer, del Deporte, de Cultura, de Vivienda, de Capacitación para el Empleo, universidades de todo tipo —Seguridad y Justicia, Politécnica de Altamira, Tecnológicas de Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo y Altamira—, el Tecnológico Superior del Norte, FOMICRO, la API estatal, la Promotora para el Desarrollo y hasta Tam Energía Alianza. Una feria de instituciones que deberían servir al pueblo, pero que parecen haberse convertido en cajas chicas de unos cuantos.

Y no es que no tuvieran oportunidad de explicar. A cada responsable se le pidió aclarar, justificar, devolver lo que no cuadraba. Se les dio tiempo, plazos, advertencias. ¿El resultado? Silencio. Ni siquiera un intento de disfrazar la trampa.

Algunos todavía se atreven a decir que esto es “persecución política”. Pero, ¿de qué política hablan? La última elección fue hace un año y faltan dos para la siguiente.

Parece que contamos una novela de corrupción tamaulipeca, el hilo termina en el mismo protagonista, Francisco Javier “N”. El exgobernador, hoy prófugo, instalado cómodamente en el extranjero, ¿con qué dinero lleva una vida de lujos en él exilio? ¿con el dinero que aquí falta?. Desde lejos, financia campañas de lodo, compra conciencias y patrocina ataques contra las autoridades actuales, como si no tuviera suficiente con el desastre que dejó en seis años de gobierno.

La próxima semana arranca el nuevo Poder Judicial Federal y, en un mes, el estatal. Y con ello, la posibilidad real de que los responsables finalmente dejen de esconderse tras excusas baratas y tengan que sentarse frente a un juez.

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