JR y Maky: más de lo mismo

La Comuna
José Ángel Solorio Martínez
La corriente política que conduce el exgobernador y prófugo de la justicia, Francisco García Cabeza de Vaca, se resiste a morir. Tiene varios personajes que aún creen en él, dentro y fuera de su familia. Uno es, por supuesto, su cuñado José Ramón Gómez Leal; el otro vector, es Maky Ortiz Domínguez.
El primero, JR, es irrefutable que milita en su grupo; la Makyavélica, es compañera de viaje -actualmente- y ex aliada en aventuras políticas pasadas.
Los hijos del exgobernador -y sobrinos de el Nini Gómez Leal- están inmaduros para lanzarlos a las crueles y encarnizadas guerras políticas que se despliegan en Reynosa desde hace varias décadas.
Ni CdeV ni su hermano político JR, tienen talento para moverse en los escenarios políticos; de hecho su suegro -padre del Nini-, es quien ha llevado a ambos de la mano en sus respectivas carreras en el servicio público.
El mito del pleito entre Jose Ramón y Francisco, fue construído para permitirle escalar posiciones con AMLO. Nunca lo creyó el presidente; pero lo recomendaba la luz de sus ojos: Andy López Beltrán.
Se especula que una nada despreciable cifra de pesos, recibidos por Andy, le facilitó el arribo a la IV T.
¿Cuál fue la causa, para que un ser sin sensibilidad social, con una vida de lujos y sin principios, tomara en Tamaulipas la política social de López Obrador?
Sí: un fifí de la más rancia aristocracia fronteriza, cuya fortuna se consolidó bajo la sombra de Guillermo Calderoni.
¿En la IV T?
No es por intrigar: fue la primera infiltración de nivel del cabecismo y los capitales bajo sospecha, en el lopezobradorismo tamaulipeco.
Y hasta la fecha.
La mayoría se sumó por oportunismo; este fue, un claro plan orquestado por la mente profunda del jefe familiar.
Francisco se quedó en el PAN; JR, se puso a la sombra de MORENA.
¡Cómo iban a perder!
¿O acaso se puede creer, que un vendedor de chamoyadas es capaz de crear un proyecto de largo aliento?
¿Se requiere talento para apropiarse del dinero público?
No.
Cabeza de Vaca lo sabe muy bien.
En su vida, el exgobernador ha leído un libro sobre política.
En los estantes de la oficina de su suegro e idéologo, están todos los libros escritos por AMLO.
Tanto JR como Maky, serán la recomposición del cabecismo.
Para las mayorías de Reynosa, será el continuismo de la fatalidad; para los tamaulipecos, significará el fin de la esperanza.