Los mexicanos estamos: entre comer tortilla “transgénica” o tortilla “pirata”
Por: Vicente Hernández
“Uno no es lo que come, sino lo que absorbe, no hay nada como una buena tortilla de maíz”
«Dicho popular»
Entre los distintos temas que se han abordado durante las llamadas “Mañaneras del pueblo”, el que sigue causando ruido es el referente a elevar a rango constitucional la prohibición de sembrar maíz transgénico en el territorio nacional, aunque esta es una política que ha estado vigente por más de 25 años, sin embargo, el actual gobierno en una actitud nacionalista busca llevar esta prohibición a nivel constitucional, argumentando que los cultivos de maíz transgénico están plenamente asociados con el uso de herbicidas como el glifosato, una sustancia relacionada con varios riesgos a la salud humana.
Sin embargo, varios científicos expertos investigadores en Biotecnología, han coincidido en opinar que no existe una evidencia científica que haya podido comprobar que exista un daño a la salud por el consumo de maíz transgénico, pero al buscar un sustento oficial sobre el impacto del maíz transgénico en la salud, se puede observar que los estudios fueron elaborados por organismos científicos nacionales, o por investigadores que se encuentran en la nómina del Estado, lo que los vuelve parciales, y a la hora de presentarlos en paneles internacionales los echan abajo.
Quizás a esto se deba que el pasado 20 de diciembre, México perdió la batalla para vetar el maíz transgénico frente a Estados Unidos y Canadá, luego de que un panel de resolución de controversias fallara a favor de EU tras un año de disputa internacional, bajo el amparo del T-MEC de tal manera que con esta resolución, Mexico se ve obligado a quitar las barreras comerciales a la importación de maíz transgénico para consumo humano, ante esta resolución del panel del T-MEC sobre el maíz genéticamente modificado, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo estar en desacuerdo con la citada decisión, externando: “Vamos a darle la vuelta a esta resolución, hay que proteger la biodiversidad de México en nuestro país”.
De tal manera que México cuenta con 45 días para revertir el decreto, y en caso de que exista incumplimiento a este fallo, podría generar represalias económicas, esto debido a que el gobierno de nuestro país no logró demostrar científicamente que el maíz transgénico ocasione daños a la salud humana, aunque el mencionado fallo no impida que en el mes de febrero próximo, el Congreso vaya a legislar sobre el maíz transgénico, para elevar a nivel constitucional la prohibición y evitar su siembra en México.
Siendo ignorantes en el tema de la Biotecnología, nos afloran las interrogantes; ¿Consumir maíz transgénico puede poner en riesgo nuestra salud? de acuerdo a la opinión de algunos científicos, no se ha podido comprobar que exista un daño a la salud por el consumo de maíz transgénico, no obstante que a este maíz se les hayan introducido genes intencionalmente de otras plantas o microorganismos, y en opinión de Sergio Serna, profesor e investigador de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey, “Cuando se realiza una modificación genética, el 99.5% o más del genoma es idéntico al del maíz, solo se modifica una porción mínima” sin embargo los científicos oficialistas insisten en que los cultivos de maíz transgénico están plenamente asociados con el uso de herbicidas como el glifosato, una sustancia relacionada con varios riesgos a la salud humana.
Sobre esta substancia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró “El glifosato es cancerígeno para animales, y probablemente carcinogénico para humanos” sin embrago el glifosato es el herbicida más usado en todo el mundo, y fue introducido al mercado por la empresa Monsanto en 1974, o sea hace ya cincuenta años que se está usando, y quizás por ese motivo la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) han declarado que el glifosato no implica un riesgo significativo, si se utiliza adecuadamente.
Así está el debate entre si el maíz transgénico es, o no es, bueno o malo para el consumo humano, aunque en lo particular, creo que el gobierno a través de dependencias como la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y Profeco deberían mejor poner más atención a la salud pública, debido a que en los últimos años, ha surgido un problema cada día más creciente, con las llamadas: “Tortillas pirata“ y se refiere a un tipo de tortilla, que se convierte en un alimento que no cumple con los estándares de calidad y seguridad, ya que según información vertida por el Consejo Rector de la Tortilla Tradicional Mexicana, representa un riesgo para la salud de los consumidores, debido a que no siguen los procesos adecuados de producción, y pueden contener ingredientes de baja calidad como lo son maíz rezagado, harina de maíz, agua no potable, cal en grandes cantidades, y en muchos de los casos pueden contener tortillas de días anteriores (recicladas).
Esta organización, advierte sobre su consumo y la manera de detectar a las totillas “piratas” por su mal olor, el cual se puede disminuir con un excedente uso de cal, también se puede observar que la masa de las tortillas pirata es blanca, cuando el color que deben tener seria “crema”, pues contiene los pigmentos del maíz, una tortilla original huele a maíz y tiene pigmentos amarillentos, las tortillas bien elaboradas tiene una textura suave, pero que no se agrieta ni rompe, la textura de las tortillas debe ser gruesa y consistente; además, deben reaccionar bien al recalentamiento, pues se deben inflar, las tortillas originales pueden guardarse en una bolsa de estraza dentro del refrigerador; se conservarán hasta por tres días o más, las tortillas pirata pueden tener un precio bajo, respecto al promedio en el que se encuentra, al comerla, no debe tener un sabor a tierra, cal o muy salado.
Así que en vez de gastar tanto dinero en la campaña nacional “Sin maíz, no hay país” mejor debiera el gobierno federal, iniciar una campaña para promover el no consumo de tortillas piratas, y aumentar el numero de inspectores en las dependencias del sector salud, y vigilen que los empresarios grandes y pequeños que producen tortilla pirata, utilicen materia prima de calidad, y aplicar fuertes sanciones económicas a quien se le sorprenda elaborando este tipo de tortillas, que si son una verdadera amenaza para el ser humano, y dejarse de tanta promoción nacionalista y populista. -Digo