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¿Qué Vio Noroña en Tamaulipas?

Olga Sosa organizó la gira, que nadie quiso perderse

Sin Filtros; por Brenda Ramos

La reciente gira de Gerardo Fernández Noroña en Tamaulipas, organizada por Olga Sosa, fue una jugada excelente del senador: palpar personalmente el ambiente político del estado, llamar a la unidad, observar a los liderazgos locales y evaluar si el cabecismo sigue vivo y quiénes continúan jugando con ellos por debajo del agua. Pero, sobre todo, esta gira tuvo como objetivo informar sobre la reforma al poder judicial y preparar el camino para las próximas votaciones en las que el pueblo de México elegirá, por primera vez en la historia, a sus jueces y magistrados.

Gerardo Fernández Noroña, un referente de lucha y convicción, no se anduvo con rodeos. Desde el inicio, su mensaje fue directo: la democracia debe ser completa, y eso implica que el pueblo tenga la última palabra en la elección de sus juzgadores. «¿Cómo puede ser autoritario que el pueblo decida?», cuestionó con contundencia cuando fue abordado por la prensa en Matamoros. Para Noroña, el mandato popular es sagrado, y no permitir que las élites sigan controlando el poder judicial es un paso indispensable para una democracia real. Fue un discurso que caló hondo, recordando que la transformación de México es un compromiso tangible que Morena asumió frente al pueblo.

Pero Noroña no solo habló; escuchó. Atento a los cuestionamientos de la prensa, recogió cada crítica y cada preocupación, apenas se presentaba en una ciudad, cuando era cuestionado y criticado, pero la mayoría notamos como para la siguiente ciudad donde se presentaba, abordaba cada punto que los analistas tamaulipecos criticaban y señalaban.

Por ejemplo, la agresión contra Melanie en Madero, que la opinión pública señalaba como tema urgente, no pasó desapercibida. Noroña no solo condenó el hecho, sino que reafirmó que la transformación debe ser sensible al dolor de sus ciudadanos, abordando este caso como símbolo del compromiso con la justicia. Al responder a estos cuestionamientos de forma directa, demostró que Morena no es un movimiento sordo y que Gerardo Fernández Noroña está muy bien informado de los temas que la opinión pública de Tamaulipas aborda.

Otro punto clave de su discurso de clausura, fue la presencia de figuras políticas que, aunque en el pasado estuvieron en la oposición, hoy se han sumado a la Cuarta Transformación. Al mencionar a Yunes, Noroña dejó claro que el movimiento acepta aliados estratégicos, incluso cuando su pasado no coincide con los ideales actuales. Esto fue una respuesta implícita a las críticas por su cercanía con Maki Ortiz, quien en este evento estuvo presente, con una asistencia señalada más por conveniencia que por una alineación genuina.

Noroña explicó que cada voto cuenta y es necesario para avanzar, pero dejó en claro que el movimiento no otorga poder automáticamente. Las figuras externas, (como Ortiz), pueden sumarse, pero eso no implica que tengan un espacio permanente ni un protagonismo asegurado. Más bien, aquellos que busquen protagonismo sin compromiso están en riesgo de ser expulsados de la transformación si no demuestran lealtad.

El mensaje fue contundente: Morena no permitirá que personas que coquetean con la oposición se mantengan en sus filas. Noroña mencionó a Cabeza de Vaca y a Felipe Calderón como ejemplos claros de líderes que representan los intereses que Morena rechaza. Fue una advertencia directa a aquellos que, incluso dentro del movimiento, intenten jugar por debajo del agua con el PAN. Morena, como lo demostró Noroña en esta gira, es un movimiento que lee a su pueblo y a su prensa local, y quienes intenten traicionar la transformación serán descubiertos.

Al lado de Noroña, Olga Sosa demostró por qué es una de las políticas más influyentes de Tamaulipas. Su capacidad organizativa y su magnetismo político lograron convocar a alcaldes, líderes locales, y a figuras que nunca habían formado parte del movimiento. La senadora Sosa no solo se aseguró de que la gira fuera un éxito en términos logísticos; también consolidó la unidad entre los actores clave de Morena en Tamaulipas. En cada municipio, el respaldo a Olga fue evidente: desde el gobernador Américo Villarreal hasta los presidentes municipales de Tampico, Altamira, Ciudad Victoria y Matamoros, todos mostraron su apoyo, no solo a la causa, sino también al liderazgo de Olga, que ha sabido manejarse con respeto y diplomacia.

La gira fue un recordatorio de que, para lograr una transformación real, Morena necesita líderes que trabajen en unidad y que estén dispuestos a escuchar las voces del pueblo. Mientras Olga y Noroña reafirmaron ese compromiso, quedó claro que figuras externas pueden sumarse, pero sin desviar la atención del objetivo central ni diluir la esencia del movimiento. Como dijo Noroña, la transformación de México es una maquinaria imparable que no retrocederá.

La gira de Olga Sosa y Gerardo Fernández Noroña en Tamaulipas fue una muestra del esfuerzo por consolidar la unidad y reafirmar el compromiso con una transformación que busca ser duradera. En sus palabras, Noroña aseguró que Morena gobernará durante décadas y que no volverán a perder una elección presidencial, una afirmación que refleja la confianza del movimiento en su base social. Sin duda un reto muy ambicioso, que lograrán si continúan eligiendo como sus representantes a figuras como Olga y Noroña que siguen alineadas con las demandas ciudadanas.

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