La dinastía en el poder: Carlos Peña y el nepotismo que envenena a Reynosa
Fuentes fidedignas. Por: Isaías Álvarez
Reynosa, como muchas otras ciudades en nuestro México, no está exenta de las redes familiares que se tejen desde el poder. En este caso, Carlos Peña Ortiz, quien debería ser el encargado de servir a su gente, parece más empeñado en asegurar el futuro de su propio círculo. Y así, con un “aquí mando yo”, ha instaurado una cadena de nepotismo en la COMAPA -y en muchas otras partes, pero hoy nos enfocaremos en dicho organismo- que deja a los ciudadanos molestos y a los recursos, a merced de los suyos.
La evidencia es clara: Martha Getseny Altamirano, hermana de Melissa Altamirano, directora de Compras, ocupa ahora el puesto de directora de Recursos Materiales en COMAPA. ¿Es acaso coincidencia? Difícil de creer. Esta movida no es más que otro eslabón en la cadena de favoritismos que Carlos Peña ha establecido, una estrategia donde los puestos clave van a manos de sus cercanos, mientras la ciudadanía observa desde la barrera cómo las oportunidades y recursos se desvanecen en el camino.
La gran pregunta es, ¿qué tiene que decir el Congreso local sobre esta descarada práctica? Porque una cosa es hablar de transparencia y otra es aplicarla. En teoría, los diputados deberían ser los primeros en alzar la voz, los primeros en denunciar y en exigir rendición de cuentas. Pero aquí estamos, frente a un silencio que se siente tan cómplice como atronador. ¿Acaso están ciegos? ¿O simplemente han decidido mirar hacia otro lado?
Y, por si fuera poco, el discurso de “cambio y progreso” se convierte en una burla para aquellos que de verdad creyeron en una transformación. Porque mientras el ciudadano común lucha por una oportunidad, por un empleo, por una vida digna, los “elegidos” ya tienen su camino asegurado en la COMAPA donde el parentesco pesa más que la capacidad.
Que alguien les diga a los ciudadanos de Reynosa que aquí no importa el mérito, sino la familia. Y que si aún tenían alguna esperanza en su alcalde, quizás sea momento de abrir los ojos. Porque el nepotismo no es solo una mancha en el expediente de un gobierno; es el cáncer que consume a una administración y a la confianza de la gente.