Tamaulipas

Más eternos que la muerte

Karla Luna y Eduardo López Arias,
en Reynosa se han quedado,
con Esmeralda y Antonio en varias áreas,
por años se han perpetuado.

Desde Maki hasta Carlos Peña,
siguen como árboles en su lugar,
parecen dueños de la peña,
y parecen no querer soltar.

Pero la huesuda los espera,
con paciencia y con tesón,
“¡Les llegó ya su carrera,
dejen paso a otra misión!”

Y así se fueron los cuatro,
en la noche oscura y fría,
dejando vacíos sus tratos,
¡al fin Reynosa se alivia!

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