Por: Vicente Hernández
“Cuando los hombres honrados se van a su casa, los pillos entran en la de gobierno”
«Domingo Faustino Sarmiento»
No es de extrañar que la directora del ITCA Brenda Denisse de la Cruz López, haya sido señalada de corrupción, nepotismo y algunas otros graves delitos, ya que en primer lugar tiene como esposo a un hampón de primera línea, y vividor de la política como lo es Manuel Santillán Martínez, con un negro expediente de corrupción en Altamira y en todos lados, pero este tipo merece un texto aparte, ya que es a su esposa la que está siendo acusada ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.
Haciendo un poco de historia, recuerdo que la señora Brenda Denisse llego a la dirección de cultura en Altamira al inicio del trienio de Alma Laura Amparan (2026-2018), y en la siguiente administración (reelección de Alma) solo estuvo unos meses, pero fue despedida, reapareciendo hasta el 2021, cuando Manuel Santillán fue candidato a la presidencia por el Partido Fuerza por México, pero a media campaña Manuel anunció que él y parte de su fórmula declinarían a los cargos a los que contendían, para darle el apoyo al abanderado de Morena Armando Martínez Manríquez, y como Santillán esta muy quemado por corrupto y vividor, se le dio a su esposa Brenda nuevamente el cargo de directora de cultura, pero un año después, al inicio del gobierno estatal encabezado por Américo Villarreal Anaya (Oct. 1 2022), apenas unos días después (oct.21 2022) la Secretaria de Bienestar Social Verónica Aguirre de los Santos, le entrega el nombramiento a Denisse como la nueva Directora del Instituto Tamaulipeco para la cultura y las Artes (ITCA), con la desaprobación de un grupo de artistas, creadores y promotores culturales por considerar que no llenaba el perfil para el cargo.
Hoy día, pesa sobre su persona una acusación por los supuestos delitos de corrupción y desvío de recursos públicos para financiamiento de las campañas del PAN en Tamaulipas, además de tener una red de decenas de aviadores, pero sobre todo de haber colocado a sus dos achichincles; Sebastián Chirinos y Jaime Segura Delgado en puestos claves, y tener aviadores en El Barco Museo del Niño en Tampico, en el Centro Cultural de Reynosa, la Casa del Arte de ciudad Victoria y el Museo Regional de Historia de Tamaulipas, y por si esto fuera poco, Brenda y Manuel Santillán están siendo acusados de pedir las compensaciones a los trabajadores de ITCA, para dejarles únicamente el sueldo, además están acusados de tener en la nómina del Barco Museo del Niño, a la Nana que cuida de la hija de Brenda, así como tener en nomina a las familias de sus dos cómplices Jaime y Sebastián, aparte se le acusa de desvió de dinero para las campañas panistas de las elecciones del 2 de junio.
Son tantas las acusaciones, que sería largo enumerarlas, lo que a titulo personal pudiera decir es que efectivamente durante el tiempo que se desempeño como directora de cultura, la cultura se alejo mucho mas de Altamira, ya que ella solo se dedico a organizar unos “Domingos Culturales” con niños de escuela bailando el “Ratón Vaquero”, grupos de danza folclórica, y en las conmemoraciones y fiestas grandes, contrataba grupos musicales a los cuales les cobraba comisión para que fuesen contratados, siempre estuvo acompañada de su marido Santillán, que daba órdenes, opinaba, y tomaba decisiones como si él fuese el titular.
Muchos se preguntaron, por qué Brenda había sido favorecida con el cargo, y corrieron varias versiones, una de ellas y la que mas circulo, es la que cuenta que tras el accidente donde perdieron la vida el Senador por Tamaulipas Faustino López Vargas, y su esposa Pilar Hernández, viajo hasta Tampico la esposa del Gobernador Américo Villarreal, María de la Luz Santiago Diez de Bonilla, para asistir a sus funerales, y durante su estancia fue atendida por Brenda Denisse, y bajo estas circunstancias aprovecho para pedirle la recomendara con su esposo para ocupar el cargo de directora del ITCA, aunque hay algunas otras versiones nada honrosas, pero el caso es que hoy día, 29 artistas tamaulipecos de diferentes municipios están pidiéndole al gobernador su destitución, mediante una carta fechada el 14 de julio, donde se hace la observación del notable abandono en que se encuentran las distintas áreas culturales a cargo del ITCA, basados también en la formal denuncia ante la Fiscalía del Estado, por los posibles delitos comentados renglones arriba.
La decisión de su permanencia, renuncia o despido, estará en manos del gobernador, ya que este tipo de funcionarios, empañan la presente administración de la cuarta transformación, de la cual tanto pregonan los gobiernos morenistas, toda vez que los principales preceptos que dicen diferenciarlos de los gobiernos priistas y panistas son: “No no mentir, no robar y no traicionar” pero al parecer esos valores no se los enseñaron a Brenda y a Manuel, ya que hicieron todo lo contrario comportándose como lo que son. Un par de pillos.
