Por: Vicente Hernández
“La política no tiene relación alguna con la moral”
«Nicolás Maquiavelo»
Este enunciado la entendió muy bien el cacique ex gobernador de San Luis Potosí, fundador del PRI y caudillo de la revolución mexicana Gonzalo N. Santos, cuando pronuncio su clásica frase: “La moral es un árbol que da moras” y el tiempo le dio la razón, porque si algo le faltaba al moribundo PRI era la estocada que le diera una muerte rápida y segura, siendo su dirigente nacional Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, quien está a punto de acometer la estocada mortal con su pretensión de volverse a reelegir por los siglos de los siglos, para no quedarse atrás de Dante Delgado Ranuaro, quien es dueño de Movimiento Ciudadano (antes Convergencia 1997) o de Alberto Anaya Gutiérrez, dueño y señor del Partido del Trabajo, (PT 1990) ahora “Alito” quiere también seguir los pasos de estos dos dirigentes y reelegirse por otros 8 años, al más puro estilo de Juan Vargas, alcalde del pueblo imaginario San Pedro de los Saguaros (“La ley de Herodes”) y para lograr su cometido al igual que el personaje de la película, quiere modificar los estatutos de su partido a su conveniencia para adueñarse de lo que queda de el, y seguir vendiendo candidaturas ( si es que alguien se interesa en cómpraselas) dándole nuevamente de palazos al avispero de la mucha o poca militancia que pueda tener todavía este partido.
Será el próximo domingo 7 del presente, cuando la Asamblea Nacional convocada por el mismo, seguramente aprobará una modificación a un muy importante Articulo, y así quitar los candados que abriría las puertas para dar fin a uno de los principios fundadores del PRI: la no reelección. Las negras intenciones de querer perpetuarse en la dirigencia ya habían sido denunciadas por diversos ilustres militantes, así como por los exgobernadores priistas que integran el Frente Amplio de Renovación, entre ellos Dulce María Sauri quien así ha declarado sobre las intenciones de Alito de reelegirse: “La reelección está completamente prohibida en la dirigencia nacional, y es prohibición absoluta, no es sólo consecutiva. Es reelección en cualquier momento, así haya presidido el PRI 30 años atrás, no puede volver a ser electo presidente del partido”. -Sopas
Pese a toda oposición, Alito Moreno pretende que sea reformado el Artículo 178 de los estatutos, en el cual se establece que las personas titulares de la Presidencia y la Secretaría General electas para los Comités Ejecutivo Nacional y Directivos de las entidades federativas, durarán en su función cuatro años, y las electas para los Comités Municipales y de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México durarán en su función tres años, sin posibilidad de ser reelectos en ningún caso.
Y la modificación o reforma al mencionado Artículo ya aprobada quedaría de la siguiente manera: “Las personas titulares de la Presidencia y la Secretaría General electas para los Comités Ejecutivo Nacional y Directivos de las entidades federativas, durarán en su función cuatro años, y podrán ser las electas hasta por tres periodos consecutivos. Los Comités Municipales y de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México durarán en su función tres años y podrán ser electos hasta por dos periodos consecutivos” con lo cual, nos remite nuevamente a una iconica escena donde Juan Vargas reforma la Constitución, para poder reelegirse como alcalde de San Pedro de los Saguaros hasta por 20 años.
De darse esta aprobación de parte de la Asamblea Nacional, dicen los enterados, que esto le ampliaría las facultades a Moreno Cárdenas de adquirir deuda hasta por un 20 por ciento de las prerrogativas que asigna el INE al tricolor, lo que significaría un apetitoso festín financiero en provecho de Alito, y por si fuera poco, Alejandro Moreno, permanecerá en las altas esferas del mundo político, pues ocupará cargo como senador por la vía plurinominal, con un sueldo de cerca de 120 mil pesos más prestaciones, y lo más importante gozara de un envidiable fuero.
Teniendo el pastel en la mesa, Alito se sirvió una gran rebanada blindado su futuro personal, atribuyéndose el primer lugar de la lista de la senaduría plurinominal de su partido, y si Jesús Zambrano ayudo a bien morir al PRD en las pasadas elecciones, Alejandro Moreno pasara a la historia como el enterrador de los principios y valores que dieron origen, vida e historia al PRI, porque siendo un partido posrevolucionario, nació con el apotegma del “Sufragio efectivo, no reelección” y al suprimir este valor de sus estatutos, se quedaría únicamente como “Partido” ya que de un plumazo se le quitaría lo Revolucionario e Institucional y como tal esta condenado a la muerte.
